Los candidatos a la Cámara alta no irán en las papeletas por orden alfabético

La enmienda Alberto Ruiz Gallardón, o la enmienda Leopoldo Torres. Entre esos dos nombres se mantuvo ayer en el Congreso el debate más vivo para la reforma de la Ley Electoral, que entre sus innovaciones introduce que las papeletas electorales para el Senado no incluirán a los candidatos colocados por orden alfabético, como hasta ahora, sino según el orden que establezcan los partidos, lo mismo que ocurre ya en el Congreso o en las municipales.El debate de esta reforma, introducida a través de una enmienda socialista motivó acusaciones mutuas entre socialistas y populares. Gabriel Cisneros, que anunció la abstención de su partido respecto a ese punto, dijo que prefería no ponerle apellidos a tal enmienda. El portavoz socialista Juan de Dios Izquierdo aceptó el reto y replicó que debiera llamarse Alberto Ruiz Gallardón. Según este diputado socialista, Ruiz Gallardón, senador del PP por Madrid, exigió en las anteriores elecciones que en la lista del Partido Popular no concurriese ningún candidato con apellido que empezase por una letra anterior a la erre.

Cisneros contrarreplicó que el auténtico nombre de la enmienda debiera ser Leopoldo Torres, ex fiscal general del Estado y candidato socialista al Senado por Madrid que no resultó elegido.

Los del principio

Toda la trifulca venía motivada por haberse constatado suficientemente que los electores en las listas del Senado, que son abiertas y en las que pueden elegir los tres nombres que consideren más adecuados, sucede que suelen escogerse los que figuran al principio de las candidaturas. Como hasta ahora en las candidaturas del Senado se colocaban los nombres por orden. alfabético, aquellos que tenían sus apellidos más próximos a las primeras letras del abecedario resultaban más favorecidos.

Desde las próximas elecciones los partidos tendrán ocasión de situar en esos primeros puestos de las listas a las personas que consideren más adecuadas como candidatos elegibles.