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Dramática evacuación de más de 2.000 enfermos y heridos de la ciudad sitiada de Srebrenica

Al menos dos personas, entre ellas un bebé, murieron ayer en un convoy de las Naciones Unidas que evacuaba a más; de 2.000 heridos, enfermos, mujeres y niños de la sitiada ciudad musulmana de Srebrenica, en Bosnia oriental. Mientras el alto el fuego era ayer mayoritariamente respetado en toda Bosnia, un convoy formado por 19 camiones descubiertos, que habían servido para llevar mantas y comida a Srebrenica, sitiada por los radicales serbios desde hace casi un año, invirtió ocho horas en recorrer la distancia entre Srebrenica y Tuzla, bajo condiciones climatológicas adversas.

Además de la evacuación de los musulmanes de Srebrenica, ayer se esperaba que 50 serbios fueran autorizados a abandonar Tuzla, ciudad bajo control de las fuerzas musulmanas, en dirección a Zvornic. Fuentes del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), aseguraron ayer que 2.114 refugiados, incluyendo 264 mujeres y 387 niños con serios problemas; de salud, fueron sacados de Srebrenica.Los camiones facilitados por Naciones Unidas, que habían servido para llevar ayuda humanitaria a Srebrenica, -una ciudad que vive en condiciones extremas, como pudo observar por sí mismo el jefe de los cascos azules en Bosnia, Phllippe Morillon, fueron ocupados hasta los topes por una muchedumbre desesperada que quería abandonar la zona a toda costa. Mucha gente vive a la intemperie en Srebrenica y los alimentos facilitados por ACNUR y arrojados por aviones estadounidenses no cubren todas las necesidades. Al menos 30 personas mueren de hambre y frío cada día en Srebrenica.

Conductores de Naciones Unidas dijeron que la policía bosnia tuvo que obligar a bajarse a algunos pasajeros de los más que saturados camiones. Un conductor dijo que su camión fue abarrotado por 160 personas, literalmente apiladas en la caja del vehículo. A escasos kilómetros de Tuzla, según relató uno de los conductores a la agencia Reuter, la parte trasera de la caja de su vehículo se partió, y la gente cayó a la calzada. En la avalancha, un adulto y un bebé murieron, y varios refugiados resultaron seriamente heridos.

"Mucha gente no pudo subir a los camiones", decía entre lágrimas una mujer con un niño en brazos. "Ellos también querían venir, pero no pudieron. Si hubieran enviado 50 camiones, toda la gente que quería salir podría haberlo hecho. Todo el mundo quiere abairidonar Srebrenica".

"Dinámica de paz"

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Mientras tanto, el alto el fuego suscrito el pasado viernes y que entró en vigor el pasado domingo seguía ayer siendo respetado en el conjunto del territorio de Bosnia-Herzegovina, incluyendo la capital, Sarajevo, aunque se registraron algunos incidentes esporádicos. El general Philippe Morillon, que regresó ayer a Sarajevo tras varias semanas de lucha para salvar a la población musulmana de Srebrenica, declaró que "la dinámica de la paz se había puesto en marcha".

En Nueva York, el secretario general de la ONU, Butros Gali, instó al Consejo de Seguridad a que apruebe el plan de paz para Bosnia-Herzegovina y exhorte a los serbios a firmar los documentos que aún no han aceptado. Está previsto que el Consejo de Seguridad apruebe hoy una prórroga de tres meses del despliegue de la Fuerza de Protección de las Naciones Unidas en la antigua Yugoslavia (Unprofor).

Por otra parte, un avión alemán se sumó por primera vez, el domingo por la noche, a las operaciones de suministro aéreo de ayuda humanitaria a Bosnia. La protesta serbia fue inmediata. El general Ninkovic aseguró en Banja Luka que el vuelo del avión alemán le recordaba a la II Guerra Mundial.

En la capital croata, el presidente Franjo Tudjman aceptó ayer la renuncia de su Gobierno y nombró a un nuevo primer ministro: Nikica Valentic, abogado de 43 años, director de la compañía petrolera nacional INA.

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