El 33% de las mujeres españolas sufre fuertes dolores y trastornos durante la menstruación

"Tener una menstruación dolorosa es algo habitual, pero en absoluto normal" afirma con rotundidad José Zamarriego, presidente de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia. Entre 640.000 y un millón de mujeres españolas en edad fértil sufren fuertes dolores y otro tipo de trastornos durante la menstruación, según los primeros resultados de un estudio realizado por el gabinete de estudios sociológicos Bernard Krief, en colaboración con esta sociedad médica, presentado la semana pasada en Madrid. Bajas laborales, una fuerte automedicación y problemas afectivos son algunas de las consecuencias, que afectan, sobre todo, a las mujeres entre los 19 y los 27 años.

El estudio El dolor menstrual en la mujer española, realizado con encuestas a 347 médicos de cabecera, 103 ginecólogos y 463 mujeres de toda España, muestra que el 33% de las mujeres españolas sufren fuertes dolores y otros trastornos antes y durante la menstruación. Al menos un 14% de las consultas ginecológicas se relacionan con una dismenorrea."Es normal que se produzca una mínima sintomatología provocada por los cambios hormonales", explicó el ginecólogo José Zamarriego. "Pero todo lo que requiera una medicación se sale de lo normal". El estudio pretende ser una llamada de atención sobre las consecuencias de estos trastornos, poco entendidos y valorados médica y socialmente, en opinión de la mayoría de las mujeres consultadas, según explicó Alfredo Campo, director del estudio.

El dolor en los senos, en el abdomen, los cambios de humor y la irritabilidad son los síntomas más frecuentes en el periodo premenstrual. Durante la regla, el 80% de las mujeres con dismenorrea padecen fuertes dolores abdominales, que suelen durar alrededor de tres días.

Importantes alteraciones

Cefaleas, vómitos y depresiones son otros de los síntomas, que alteran sus relaciones personales y familiares, según el 62% de las encuestadas. Casi la mitad ven afectada su actividad diaria. El 13% se ven obligadas a guardar cama, al menos un día al mes, aunque sólo un 7% es dado de baja temporalmente.El perfil de la mujer con dismenorrea es el de una profesional activa, en torno a los 27 años, que practica poco ejercicio físico. El deporte y la maternidad atenúan los trastornos, que suelen comenzar alrededor de un año después de la primera regla. El antecedente de una madre con dismenorrea favorece su aparición. "El dolor menstrual está provocado por la contractividad uterina", explicó Zamarriego. "De ahí que la dismenorrea disminuya con los partos, al favorecer una mayor elasticidad y permeabilidad del útero".

El estudio pone también de manifiesto un alto índice de automedicación. El 47% de las mujeres afectadas echa mano de distintos analgésicos, sin pasar antes por la consulta de un médico. "Ocurre que esta automedicación es en un alto porcentaje efectiva, con lo que es dificil erradicarla", en opinión de Zamarriego.

"Pero es fundamental acudir al especialista, porque en un 23% de los casos, la dismenorrea puede deberse a algunas patologías orgánicas que hay que diagnosticar y tratar precozmente". Un 6% de las dismenorreas son el síntoma de una endiometriosis (presencia de tejido anormal en los ovarios o en el útero), un 7% pueden deberse a inflamaciones y un 6% a miomas y malformaciones.

"Es cierto que la dismenorrea, en muchas ocasiones, es hija de un determinado entorno socio-cultural", según Zamarriego. "Hoy día, las mujeres ven la menstruación como un hecho natural, y esto favorece la desaparición de los trastornos. Pero no por ello debemos olvidar que afectan de forma muy importante a muchas mujeres y ellas deben saber que no son normales y que tienen una solución" concluyó.