Vecinos de Chamartín paran el tráfico porque no quieren un paso subterráneo

El paso subterráneo y el aparcamiento entre las calles de Alfonso XIII y Corazón de María ha sacado a la calle a los vecinos días antes de que entren las máquinas. Durante una hora, el tráfico en el distrito de Chamartín se convirtió en un follón. Los residentes creen que el túnel alterará el bienestar del apacible barrio al atraer coches y ruidos. Hubo insultos y apretones entre manifestantes y conductores.

Los vecinos de Chamartín dicen que no existen razones para emprender esta obra en una zona donde "ni siquiera existen atascos y aglomeraciones en horas punta". Mari Carmen, que vive por allí, piensa además "que con este proyecto el barrio quedará partido, y la calle de Alfonso XIII será una vía rápida ideal para que corran los coches y no para que paseen los vecinos". El paso subterráneo, de 400 metros, que enlazará las calles de Alfonso XIII y Corazón de María, pasando por debajo de López de Hoyos, fue aprobado en enero por el gobierno municipal. Las obras, que incluyen un aparcamiento de 1.000 plazas, se iniciarán en el mes de abril.La explotación de este aparcamiento ha suscitado las críticas de los vecinos contra el concejal del distrito, Miguel Cantos. Alfonso Sanz, portavoz de la Plataforma Contra el Paso Subterráneo, piensa que el propio edil de Chamartín podría autoconcederse la gestión del aparcamiento público para beneficiarse de las obras, ya que su empresa explota un aparcamiento que él promovió en el distrito (veáse EL PAÍS de ayer). El edil de Chamartín no pudo ser localizado ayer en la junta municipal. Cinco asociaciones respaldaban la protesta y también Aedenat, que se opone a la política estrella del Ayuntamiento, la construcción de pasos subterráneos.