El 'absentismo' de Pakito y otros seis etarras acelera el fin del juicio de París
Francisco Múgica Garmendia, Pakito, y los otros seis inculpados en París por presunta asociación de malhechores mantuvieron ayer su actitud de proseguir ausentes de la sala donde se les juzga hasta hoy, día en que estaba convocado como testigo por el tribunal Henri Parot, ex jefe del comando itinerante francés, que permanece encarcelado en España. Su comparecencia ha sido denegada oficialmente por España, mientras que la defensa, en cumplimiento de las "instrucciones" de sus clientes etarras, ha hecho de tal exigencia una condición ineludible para continuar presentes en el juicio.
Los siete presuntos terroristas, Pakito a la cabeza, comparecerán hoy nuevamente ante este tribunal para comprobar que finalmente no se ha cumplido su demanda. Tal estrategia de la defensa y de los inculpados no parece que vaya a lograr beneficios jurídicos para los siete acusados, ya que ni el juicio será previsiblemente suspendido y, por el contrario, se ha visto acelerado, al punto de que hoy probablemente serán leídas las peticiones de condena de la fiscal sin que ninguno de los siete detenidos haya tenido ocasión de manifestar su inocencia o rebajar las acusaciones que constan en el sumario.El juicio contra dos miembros de la antigua dirección de ETA, Pakito y José María Arregui Erostarbe, Fitti, y cuatro presuntos miembros del comando itinerante francés de ETA se reanudó en la tarde de ayer con la escenografía que el presidente de la 14ª Sala de lo Correccional de París, Jean-Yves Monfort, no ha dudado en describir como "surrealista". Seis de los siete inculpados habían enviado sendas cartas al juez para explicarle que no estarían presentes en la vista hasta hoy, día en que sí anunciaron que acudirían para comprobar si Henri Parot había comparecido o no.
Salir para no declarar
Pakito sí admitió ayer ser trasladado al Palacio de Justicia. Sin embargo, una vez en dependencias judiciales, hizo saber al juez Monfort que había admitido salir de la prisión, pero que en modo alguno participaría en el juicio hasta que hoy no compruebe si Henri Parot había acudido o no como testigo. El dirigente etarra, de nuevo, hubo de ser trasladado a la prisión parisiense.
Los siete presuntos etarras ordenaron a sus abogados que renunciaran a los tres testigos "de orden moral", según frases de los letrados, que estaban citados para ayer: el eurodiputado de HB Carmelo Landa, la senadora de dicha formación Genoveva Forest y Jacques Abeberry, político vasco francés. Sin inculpados, ni testigos, ni abogados, el juez no pudo por menos que suspender la sesión hasta hoy. Monfort, no obstante, advirtió que si los testigos de la defensa no habían comparecido en esta ocasión, tampoco en el futuro podrían hacerlo, ya que no tenían ninguna intención de alterar el orden natural del juicio.
La actitud de Monfort, a quien los abogados de ETA han saludado como "instrumento de represión" hasta que se avino a ordenar la comparecencia de Henri Parot, lo que le valió el "respeto" de tales letrados, ha causado serio malestar en el seno de la justicia francesa.
Compañeros de toga de este magistrado entienden que ha realizado un flaco favor concediendo a los abogados de ETA la comparecencia de un testigo en modo alguno indispensable en una causa que cuenta con un pormenorizado relato de varios inculpados, pruebas balísticas que acreditan el empleo de armas capturadas a este comando como utilizadas en diversos atentados en España, huellas de Fitti en el arsenal hallado en Francia y hasta comprobación de estancias en hoteles madrileños en los días en que se producían las acciones criminales.
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