El PSOE arremete contra el PP en el Congreso y lo acusa de irregularidades en Ibiza

El diputado del PSOE Antonio Costa Costa acusó ayer en el Congreso al PP de haber levantado la protección especial sobre las salinas de Ibiza y Formentera porque en esa zona "tienen intereses patrimoniales Gabriel Cañellas, presidente del Gobierno de Baleares, e intereses urbanísticos Abel Matutes, comisario europeo" y miembro del PP.La respuesta del PP no se hizo esperar. El portavoz del Grupo Popular, Rodrigo Rato, recurrió para zaherir a los socialistas a lo que ayer más les podía doler: el informe pericial que muestra cómo Filesa sirvió para financiar subrepticiamente al PSOE. Rato protestó de que se acusara a miembros de su partido de cometer delitos, "sin siquiera informe pericial, mientras hay otros, ustedes", especificó, por si hubiera duda, dirigiéndose a los socialistas, "con informes de peritos por cobrar para presentarse a las elecciones". Los abucheos de los socialistas y los aplausos y gritos de aprobación de los populares se fundieron en un clamor ensordecedor. El presidente del Congreso, Félix Pons, tuvo que pedir insistentemente silencio, y llamó al orden a la diputada socialista Ana Balletbó.

La polémica se produjo en torno a una proposición de ley de IU para convertir en reserva natural las salinas de Ibiza y Formentera. José Luis Núñez, defensor de esa propuesta, intentó convencer a los demás grupos de que tal vía era la más rápida para garantizar la protección de las salinas. Sólo 13 diputados votaron a favor, mientras 249 lo hicieron en contra y 22 se abstuvieron.

Hace dos semanas, el Congreso aprobó una proposición no de ley del PSOE, CDS y PNV en la que se instó al Gobierno a que delimite con urgencia el dominio público marítimo-terrestre de las salinas de Ibiza y Formentera -para proceder después a su declaración como reserva natural- y que incluya estas zonas en la lista española de contribución a la red ecológica europea Natura 2000.

Costa afirmó que el PP ha llegado al "histerismo" en Baleares, como lo muestra, en su opinión, las declaraciones del presidente autonómico, Gabriel Cañellas, al declarar que va a pedir la independencia política para Baleares por la injerencia del Congreso en asuntos que son competencia de la comunidad balear.