Los rebeldes

"Kaspárov está obsesionado con el poder, Short afronta su gran oportunidad de convertirse en multimillonario y Campomanees ha demostrado muchas veces su tremenda habilidad para resolver problemas peliagudos. Es dificil predecir el resultado de esa mezcla, pero Yo soy optimista", dijo Jan Timman a este periódico hace un mes, durante el torneo de Linares. El desarollo de los acontecimientos permite concluir que el holandés sólo se equivocó en sus últimas palabras.Dos semanas después, el 5 de marzo, Campomanes llegó al Parador Nacional de úbeda en secreto y visitó a Kaspárov en la habitación 136 del hotel Aníbal de Linares a la una de la madrugada. El campeón manifestó a la mañana siguiente: "Campomanes es muy listo y comprende que juega esta partida con las piezas negras. Negociaremos con él porque tenemos intereses comunes para promover el ajedrez, pero no ahora sino cuando estemos en una situación más fuerte".

La alianza entre Kaspárov y Short era impensable, a juzgar por estas afirmaciones del británico: "El Mundial será muy sucio porque Kaspárov, que es un primate egocéntrico, necesita conservar su poder y empleará toda clase de trucos".

Si Kaspárov ha aprendido pragmatismo con Campomanes, la conclusión es que Short es un aventajado alumno del filipino en otra materia: el fin justifica los medios.