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El PSOE confía en que la polémica con Cuevas le reporte más votos de izquierda

Anabel Díez

El Gobierno y la dirección del PSOE consideran que su enfrentamiento con el presidente de la CEOE, José María Cuevas, puede reportarles alguna ventaja electoral en el sector de centro-izquierda que parece inclinarse por Izquierda Unida. La reanudación de las conversaciones con UGT, y en los próximos días con Comisiones Obreras, sirve a los socialistas, al menos, para no tener "todos los frentes abiertos", según expresión de la ejecutiva. Su último análisis destaca los mensajes de unidad que han transmitido tanto el vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, como el vicesecretario general, Alfonso Guerra.

Los responsables del PSOE aseguran tener una estrategia a medio y largo plazo, aunque la realidad les empuja a estar alerta de forma permanente. Según su análisis coyuntural en los últimos días han conseguido introducir mensajes favorables que les parecen imprescindibles para detener el proceso de desafección de sus electores. Esta coyuntura momentáneamente favorable obedece tanto a sus propias iniciativas como a los errores del PP, según el análisis socialista. Estos mensajes tienen que ver con los sindicatos; el presidente de la patronal, José María Cuevas; el PP, y las propias iniciativas del PSOE y del Ejecutivo.Sindicatos. El PSOE busca desde hace semanas con ansiedad el acercamiento con los sindicatos y, sobre todo, con la UGT. La entrevista mantenida esta semana con la dirección ugetista ha sido transmitida unilateralmente como una muestra de recuperación del diálogo, a pesar de que la dirección del sindicato la ha explicado con cierta frialdad. A partir de ahora, y en la medida de lo posible, el PSOE intentará obviar las críticas sindicales y, como dice un dirigente socialista, "mirar hacia otro lado cuando critiquen". En los próximos días, el PSOE buscará una entrevista con Comisiones Obreras. Los socialistas han visto tambalearse su estrategia sindical con el proyecto de ley de huelga aunque, de momento, han conseguido tranquilizar a los sindicatos.

CEOE. Los socialistas aseguran que no han buscado el enfrentamiento con la patronal, pero una vez que se ha producido, lejos de desactivarlo han echado más leña al fuego. Después de que Cuevas considerara inútil hablar con el Gobierno, ya que lo único que se podía hacer es esperar al recambio, el presidente, Felipe González, el vicepresidente Narcís Serra, y toda la dirección del PSOE, se han lanzado en tropel a decir que Cuevas hace política en favor del PP y, por tanto, no se ocupa de los intereses de los empresarios. En esta táctica de culpar sólo a las "cúpulas", González afirmó que el Ejecutivo "apoyará a los empresarios reales". Alfonso Guerra lanzó el mensaje básico: "No sabemos qué José María [Aznar o Cuevas] se va a presentar a las elecciones".

[La CEOE y CEPYME han distribuido entre sus socios un tríptico preparatorio de la asamblea extraordinaria del próximo día 26 en el que vuelven a arremeter duramente contra el Gobierno, al que acusan de "reiterado incumplimiento de los compromisos incluidos en el programa de convergencia", informa Europa Press.

Partido Popular. La felicidad era absoluta la pasada semana en el PSOE por las desgracias de imagen que asolaron al PP. Las irregularidades fiscales de los diputados andaluces del PP, las medidas adoptadas por el Parlamento gallego en contra de las intervenciones de la oposición y las descalificaciones al fallecido escritor Juan Benet por políticos del PP de Castilla y León hicieron reconocer a la dirección popular que ésta ha sido su semana negra.

PSOE. No ha hecho falta una reunión formal entre González y Guerra para que la actitud del número dos haya cambiado. Una vez que Guerra ha sabido que González ha dejado claro en distintos foros que su número dos será el responsable de la campaña, las cosas han cambiado. La reunión de los secretarios regionales con Guerra y con González ha hecho renacer el clima de unidad. Guerra ha alabado la política económica. El ministro de Economía, Carlos Solchaga, se lo ha agradecido, y Narcís Serra ha tenido palabras elogiosas para los dos.

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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