Televisión y sentido común

Sábado día 27 del pasado mes de febrero, a las 18.30, aproximadamente. Mi hijo de cinco años está viendo con el interés con el que me imagino que otros muchísimos niños españoles también lo estarían a esa misma hora el programa Club Disney, de TVE-1, que sin temor a errar en exceso en mi apreciación creo que se podría calificar de eminentemente infantil (en caso de que no fuese así, ruego a quien corresponda de TVE-1 me lo haga saber, si es posible, y acepte mis disculpas anticipadas por mi ignorancia al respecto).En ese momento, y en uno de los intermedios publicitarios del programa, se incluye un avance de la película El sargento de hierro, protagonizada por el inefable Clint Eastwood, en el que, entre otras lindezas, se ve un soberbio puñetazo a un mocetón que cae fulminado; se habla de "escorias humanas", a los que este maravilloso sargento convierte en valerosos soldados; se contempla cómo este héroe dispara (no a matar se supone, faltaría más, aunque este detalle no sé si lo apreciarían los niños) sobre las citada escorias completamente desnudas con el fin de quitarles el miedo y completar de ese modo su formación, y se pone en boca del mismo la siguiente sentencia: "Me importa un huevo que... ".

No soy ni de lejos un experto en educación infantil, y, por tanto, no se me ocurre discutir el supongo que meditado criterio del equipo de expertos en esta materia de TVE-1, que, tal vez y tras sesudos estudios, decide este tipo de inclusiones con el fin de compensar la supuesta ingenuidad y blandenguería de las historias de dibujos animados que dedican a los niños, y procurar de este modo que éstos asimilen también lo que es un buen puñetazo (no me atrevo a afirmar que se les anime a propinarlos como método principal de solventar las diferencias entre los seres humanos), lo importante que es ser un buen soldado antes que una "escoria humana", que no hay que dudar en disparar (sólo para asustar, naturalmente) sobre dichas "escorias" si ello es preciso para convencerlas de que dejen de serlo, y que no es en absoluto reprobable (ya que se pone en boca del supuesto héroe a imitar) la utilización de frases como la apuntada.

únicamente para el caso de que estuviese equivocado y estas inclusiones no tuviesen la bendición de ningún equipo de expertos, y fueran debidas solamente al azar, solicito a quien corresponda de TVE-1 que las evite, ya que aunque, repito, no soy un experto en educación infantil, mi sentido común me dice que no es conveniente que los niños (y entre ellos, mi hijo) las vean.-