Varios turistas heridos al estallar una bomba junto a un museo de El Cairo

Nueve autobuses de turistas aparcados ante el Museo de Egipto, en el centro de El Cairo, resultaron dañados ayer a consecuencia de la explosión de una bomba. Varios viandantes, entre ellos un grupo de turistas españoles, resultaron levemente heridos. La Oficina de Información Diplomática comentó ayer que algunos integrantes del grupo español, cuyo número no supo precisar, sufrieron una leve sordera inicial y algunos rasguños, pero que se encontraban en su hotel en perfecto estado.

La bomba, que estalló a mediodía, estaba colocada debajo de uno de los autocares estacionados a unos 15 metros del Museo de Egipto, que es visitado diariamente por miles de personas.

Nadie ha reivindicado el atentado, pero todas las sospechas apuntan a los integristas musulmanes que, en su empeño por derribar al Gobierno egipcio para imponer un Estado islámico, desataron el pasado año una campaña terrorista contra el turismo, que es la principal fuente de ingresos del país.

Los asaltos contra autocares de turistas se han repetido en los últimos meses. El pasado octubre, una mujer británica murió en uno de estos ataques en Asiut. Días más tarde, un integrista apuñaló en Port Said a tres ciudadanos rusos.

El 26 de febrero, cuatro personas, entre ellas un turco y un sueco, murieron al estallar una bomba en un café de la plaza de At Tahrir, muy cerca del lugar donde ayer se registró la explosión. El ministro de Turismo, Fuad Sultan, reconocía recientemente que el año pasado el país dejó de ingresar unos 700 millones de dólares (unos 90.000 millones de pesetas) a causa del terrorismo.