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Borrell da prioridad a las inversiones para el tren Campamento-Barajas

Javier Casqueiro

La pretensión de cruzar Madrid en tren transversalmente -conectando las dos operaciones urbanísticas especiales previstas para Barajas y Campamento- es antigua, y su interés ha pasado por todas las fases posibles. El ministro de Obras Públicas y Transportes, José Borrell, ha actualizado este objetivo en su recién presentado Plan Director de Infraestructuras, y lo ha situado el primero de la lista para sus próximas actuaciones en Madrid. La construcción de carreteras, prioritaria en los últimos años, pasará a un segundo plano en el fomento del transporte colectivo. El ministerio ha diseñado un programa con 360.000 millones de pesetas en inversiones para la capital hasta el año 2001.

Borrell enseñó ayer sus cartas a los responsables del transporte de las comunidades autónomas. El consejero de Transportes de Madrid, Julián Revenga, acudió también a la cita, aunque conoce al detalle las intenciones del ministro. Revenga presentó en su día con altos cargos del ministerio el II Plan de Carreteras para la región y ha estado informado sobre la redacción del Plan Intermodal de Transportes, preparado también por los técnicos de Obras Públicas.El consejero autonómico, del PSOE, como Borrell, criticó en su día que este plan que intenta relacionar todas las inversiones y proyectos de transportes se confeccionara unilateralmente desde el ministerio. En la reunión de ayer, Revenga se limitó a recordar que "básicarnente" está de acuerdo con lo programado, aunque entiende que Madrid aporta, vía impuestos, más de lo que recibe.

Revenga le reclama a Borrell más metro, pero no acierta con el interlocutor. "Obras Públicas no construye metro, sino carreteras y ferrocarriles", aclaran los colaboradores del ministro. El metro lo financia el Ministerio de Hacienda aportando las subvenciones a la Comunidad.

Obras Públicas tiene perfectamente marcados sus próximos proyectos para Madrid, aunque durante este mes los discutirá con los responsables autonómicos y municipales. El Plan Intermodal tiene fechas, los dos próximos cuatrienios (hasta el 2001), y presupuesto global: unos 360.000 millones de pesetas. También están definidas las preferencias.

Borrell quiere centrarse en la mejora del transporte público en Madrid, y especialmente en los cercanías. "Se actuará sobre las carreteras después de adquirir un compromiso en favor del transporte colectivo", explicó una fuente del ministerio.

Red de cercanías colapsada

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La red actual de cercanías ha permitido demostrar el éxito de este servicio (se han duplicado los usuarios en cinco años y con un crecimiento en el último ejercicio del 13%), pero es muy limitada y está al borde del colapso, sobre todo en Atocha y Chamartín, que se consideran dos cuellos de botella. Todas las líneas actuales de cercanías, excepto la C-1 (Alcalá), pasan por Atocha.

El Ministerio pretende actuar sobre esta limitación y construir una línea transversal de tren, que partiría del corredor de San Fernando de Henares y pasaría por las antiguas y las futuras terminales del aeropuerto de Barajas. Este cercanías se adentraría en Madrid con sólo cuatro paradas: en Colombia, Nuevos Ministerios, Alonso Martínez y Sol, para salir por el sur hacia el eje Móstoles-La Laguna.

El proyecto tiene un plazo de ejecución de cinco años, está dibujado ya con bastante detalle (escala 1:2.000), costaría 70.000 millones de pesetas y podría empezarse en 1994.

Este proyecto completaría el eje actual de cercanías, que atraviesa bajo la Castellana por el túnel de la risa de Chamartín a Atocha y daría servicio a las previsiones de crecimiento de la ciudad. El asentamiento suroeste soportará la operación Campamento (reconversión de los cuarteles como sedes ministeriales) y alrededor de un millón y medio de personas. El noreste se verá rodeado de la futura ciudad aeroportuaria de Barajas y de viviendas ocupadas por otro millón de habitantes.

La línea de tren transversal de Madrid se copiará de ejemplos parecidos puestos en práctica en París (RER), Londres o Berlín, ejemplos que tanto gusta de citar el presidente regional, Joaquín Leguina. La intención es transformar la idea vigente de transbordo del tren al metro en la periferia de la ciudad (Aluche o Atocha) y acercar esta operación al mismo centro.

En las cuatro paradas de esta línea, proyectadas en Colombia, Nuevos Ministerios, Alonso Martínez y Sol, coinciden ahora estaciones de todas las líneas de Metro, excepto la 7. El intercambiador de transportes que se reformará en Nuevos Ministerios adquirirá, cuando esté en funcionamiento esta transversal, el papel predominante de la red de cercanías. La parada de la línea 6 de Metro se modificará de su emplazamiento junto a El Corte Inglés para acercarla a los andenes del tren.

"Esta obra es, sin duda, la más importante para Madrid de este plan, pero eso no quiere decir que necesariamente tenga que ser la primera", matizó ayer un colaborador de Borrell.

Los responsables del Plan Borrell de Infraestructuras reconocen que la fijación por levantar carreteras tendrá que ser moderada: "La M-50 es fundamental, y algunos tramos se empezarán antes que la transversal para el tren, pero a partir de ahora se invertirá la misma proporción para fomentar el transporte colectivo que para hacer carreteras", precisó la misma fuente. Las variantes a algunas carreteras nacionales (N-II, N-IV y N-V) son incluso menos prioritarias que la M-50.

El ministerio y la Comunidad de Madrid han invertido una media anual de 48.000 millones desde 1987 a 1991 en infraestructuras de transportes. La proporción, sin embargo, potenciaba las carreteras (65%) frente a los ferrocarriles (35%).

El Plan Borrell marca unas inversiones anuales de 40.000 millones en el área metropolitana de Madrid hasta el 2001. El 50% para carreteras y el otro 50% para trenes, intercambiadores, metros ligeros y carriles reservados para autobuses.

'Carril-bus' o metro ligero a Alcobendas

J. C.Las preferencias del ministro José Borrell por los cercanías no se notarán en Alcobendas. Los sucesivos documentos del Plan de Infraestructuras incluían la prolongación del tren hasta esta localidad y San Sebastián de los Reyes, pero a última hora se ha optado por otras alternativas. Los responsables de los proyectos defienden una primera actuación en la carretera de Burgos (N-I), reservando unos carriles para uso exclusivo de autobuses y vehículos de alta ocupación (Bus / VAO) o, en su caso -si la demanda de viajeros lo hace necesario-, la construcción de un metro ligero.

Esta misma iniciativa de metro ligero se propugna para una zona olvidada, entre Legazpi y Villaverde, sobre la avenida de Córdoba. El Ministerio de Obras Públicas defiende como modo de transporte a Barajas y Campamento el tren de cercanías transversal, pero no se opone a que la Comunidad se decida a prolongar una línea de metro o patrocinar cualquier otro sistema.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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