La 'Segunda' pierde 2.000 millones cada año y sufre una sangría continua de espectadores
La Segunda División tiende a convertirse en una categoría maldita para la Liga Profesional. Las cifras de espectadores y recaudaciones por jornada, según fuentes de la Liga Profesional, "son preocupantes". La media por espectadores de pago por partido ha descendido esta temporada a unos 4.200, aunque ha habido encuentros en que no se ha llegado a los 1.000, con recaudaciones que apenas han superado las 150.000 pesetas. En los últimos cinco años, esta División pierde 2.000 millones en cada uno de ellos. Un equipo con estructura de Primera no puede sobrevivir en esta categoría.
"La Segunda División va fatal este año", han confesado en la Liga Profesional al comprobar los datos de esta temporada. La media de espectadores es bastante más floja que el año pasado. Esta temporada apenas se superan los 5.000 espectadores de pago por encuentro cuando la pasada temporada este promedio estaba por encima de los 6.000. La recaudación también ha caído y se estima que ha descendido un 28% con respecto a la pasada temporada. Los 20 clubes han sumado 300 millones de ingresos por taquilla durante la primera vuelta, lo que significa un promedio por partido de 1.500.000 pesetas."Este año han ascendido equipos poco taquilleros como el Lugo, el Villarreal, el Badajoz y el Marbella. Y en la categoría permanecen otros con esa vitola como son el Éibar, el Sestao, el Palamós". Ese es uno de los argumentos que maneja un portavoz de la Liga para justificar el negro panorama de la Segunda División. Uno de los equipos más taquilleros de la categoría, como el Betis, ha recaudado hasta el fin de la primera vuelta unos 42 millones de pesetas por venta de entradas; el año pasado, en el mismo periodo, superó los 70.
Los presupuestos de los clubes de Segunda División para esta temporada se aproximan a los 5.000 millones, cantidad muy difícil de alcanzar con el ritmo de ingresos por la venta de entradas y cuando las aportaciones de las cuotas de socios y abonados están cifradas en unos 2.500 millones. Por tanto no son descabellados los 2.000 millones de pesetas en pérdidas que un año más puede arrastrar la Segunda División al igual que en las cinco temporadas anteriores. Un dato más que cuestiona la viabilidad de esta División: la pasada temporada, los jugadores de esta categoría denunciaron deudas de sus equipos por importe de 700 millones de pesetas, el 90% de las presentadas por Primera y Segunda División.
"Al final de temporada llegará el crujir de dientes de los directivos de los Consejos de Administración, cuando la Liga se vea obligada a ejecutarles los avales presentados por las deudas según obliga la Ley del Deporte", señalaron en la patronal de los clubes. El temor que existe en la Liga Profesional es que las deudas se hayan comido a estas alturas buena parte del capital social con el que los clubes se convirtieron en sociedades anónimas al final de la temporada pasada.
Esta realidad económica hace muy dificil la supervivencia de equipos con estructura de Primera División, caso esta temporada del Betis, el Valladolid o el Mallorca, por poner tres ejemplos. Estos- clubes tienen garantizado un enorme déficit aun cuando logren el ascenso. Y si no lo consiguen saben que las deudas volverán a crecer un año más. Lo contrario sucede con los clubes más modestos, cuya dimensión es más adecuada a la "pobreza" de la categoría: ingresan poco, pero tienen pocos gastos.
Ahora los dirigentes de la Federación, para remediar el fracaso de la Segunda B, pretenden como solución duplicar los 20 equipos actuales de la Segunda A y dividirlos en dos grupos. En la Liga Profesional ya han avisado: "Esta solución no es positiva, salvo que en esa futura Segunda cada club tenga limitaciones salariales y un trato semiprofesional".
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