Constitucional modera los excesos poder, asegura Rodríguez -Piñero

Miguel Rodríguez-Piñero, presidente del Tribunal Constitucional justificó anoche "un cierto protagonismo" del alto tribunal para suplir las carencias de otros órganos y moderar los excesos de una mayoría instalada algo prolongadamente en el poder". Rodríguez-Piñero hizo estas manifestaciones durante la conferencia que pronunció en Madrid en el Club Siglo XXI sobre La función moderadora del Tribunal Constitucional, dentro del ciclo España 93: problemas, prioridades y proyectos.El presidente del Tribunal Constitucional afirmó que este órgano "opera estrictamente con cánones jurídicos", pero sus decisiones "tienen un grado de influencia en el proceso de adopción de decisiones políticas, que posiblemente exceda de lo que los constituyentes previeron" al crearlo. Explicó tal influencia en el "vacío de tradición democrática" de nuestro país.

Entre otras tareas de esa labor moderadora -que Rodríguez-Piñero distinguió del "poder moderador" que corresponde a la Corona-, el presidente del alto tribunal destacó la función de garantizar la primacía de la Constitución y "compatibilizar la libertad del individuo con las actividades de los poderes públicos, para evitar que éstos signifiquen una intervención despótica en la vida de los ciudadanos".

El conferenciante afirmó que "la custodia de la Constitución es la garantía de que no exista ningún poder absoluto" y que la jurisdicción constitucional cumple también "una cierta función de suplencia" y de moderación ante "la crisis del Parlamento y de la propia ley, y la existencia de una mayoría instalada algo prolongadamente en el poder, que ha hecho que las minorías se vean tentadas a ejercer la oposición también a través de procesos constitucionales".

"Disminuir la temperatura"

Frente a supuestos de "enfrentamiento, tensión o conflicto entre poderes", Rodríguez-Piñero defendió la labor del tribunal que preside "para disminuir la temperatura, consecuencia de la fricción, reducir la energía causada por la controversia, sin absorber ni destruir a los elementos en confrontación, sino reconduciéndolos a su ámbito racional de acción".Rodríguez-Piñero invocó para el Tribunal Constitucional "la autoridad del Derecho", cuyo instrumento es "el razonamiento jurídico". Reconoció la significación política" de sus decisiones, pero insistió en que "se orientan y se fundamentan en parámetros y valores jurídicos". Desde esa perspectiva, explicó que las derrotas o victorias de las mayorías o minorías políticas deben encuadrarse en el papel del tribunal de "moderar el juego de las representaciones parlamentarias, ajustando su acción al marco constitucional, recordando a una y otra que la vida política debe respetar ese fundamento básico de convivencia que es la Constitución, evitando los excesos".