Los coches ciegan las salidas de emergencia
Los desalojos y los accesos de ambulancias serían muy complicados en decenas de locales públicos en caso de alarma
Esto es algo que podía haber ocurrido a las 0.30 del sábado 6 de marzo: un humo espeso llega a un rincón de uno de los palcos de la macrodiscoteca Pachá, donde se están tomando las primeras copas de la noche. La voz del Pinchadiscos pide a los noctámbulos, como medida preventiva, que salgan por las salidas de emergencia. Reclama también tranquilidad, y su voz se pierde en el estrépito de las prisas y el pánico. Las tres salidas de emergencia marrones, alineadas en la calle lateral, se abren. Pero, los primeros se quedan horrorizados: las planchas de la puerta chocan con tres coches aparcados a poco más de un metro. Imposible abrir.Es sólo una ficción. Pero nadie puede garantizar que no vaya a ocurrir. Tres coches cegaban el viernes a medianoche las tres salidas de emergencia de Pachá, bien señalizadas y con prohibiciones de aparcar, como debe ser. Era difícil imaginar cómo podrían actuar allí las UVI móviles o una simple ambulancia. Y cómo pasarían los camilleros.
Metros más allá, un policía municipal resoplaba: "Tenemos órdenes de vigilar eso, pero nos vemos impotentes. Lo único que funciona para disuadir a los conductores en las puertas de emergencia son las grúas, y en las noches de los fines de semana no hay. A veces avisamos y llegan a las tres horas, cuando ya se han despejado las salidas".
Las puertas de los locales de espectáculos -las de emergencia por supuesto, pero también las principales- no deben estar cegadas por ningún coche ni por ningún obstáculo, según las leyes vigentes. Una eventual salida atropellada debe encontrar el camino expedito, sin objetos que provoquen caídas -ni vallas que supongan trampas mortales.
Es más, la norma indica que debe prohibirse con señales el aparcamiento. "Se prohíbe también junto a ellas [las salidas] el depósito de mercancías o de cualquier clase de objetos, y el espacio al que se abren -sea la acera, una plaza o la misma calzada- debe tener un ancho mínimo de siete metros" (que varía según la capacidad de la sala).
Carlos López Collado, concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Madrid, asegura que desde hace seis meses la Polici
Municipal tiene órdenes de despejar las salidas de emergencia de los locales de ocio y retirar los vehículos que las obstruyen. "Cada fin de semana, aunque se reduce el servicio de la grúa, se retiran 10 o 12 coches que están mal estacionados". López Collado precisa: "Sólo en algunas ocasiones son los dueños de los locales los que nos llaman. Ellos no son responsables de que un conductor aparque mal, pero deberían estar más atentos y vigilar las vías de evacuación".
Mientras los 1.087 espectadores del cine Proyecciones disfrutaban de Goldie Hawn y de sus líos matrimoniales, a las 23.45 un Fiat Uno permanecía empotrado contra la salida de emergencia que hace chaflán en la calle de Fuencarral. Sólo una de las otras puertas estaba liberada. Frente a una de ellas, un sólido todoterreno impedía el paso.
Los admiradores de Robert Redford concentrados en el cine Avenida -1.632 localidades de aforo- para ver Sneakers (Los fisgones) se pueden estampar cualquier día en su huida contra una valla metálica que invade la acera y que lleva allí más de un año (para las obras del metro), según vecinos de la zona.
Miguel Ángel Rubio, un ingeniero especializado en asesorar sobre aspectos legales a establecimientos públicos y de espectáculo, comenta sobre este caso: "Es el propio Ayuntamiento el que pone un obstáculo, aunque la vía es ancha. Pero la valla entorpece la evacuación y reduce la medida". Según la ley, el espacio abierto para ese cine debería ser de 12,5 metros. Y los que saliesen por las cinco puertas de emergencia de la calle de Abada -el lateral del cine- se habrían encontrado con cinco coches.
En el Palacio de la Música, en cambio, las cuatro salidas laterales de la misma calle de Abada (acera contraria) habrían servido, dado que el ancho de la calle a duras penas permite el aparcamiento en los dos lados.
Sorpresas agradables
Otros locales, como los Luna o el Nuevo Apolo, tienen siempre coches aparcados junto a la salida. Igual que la discoteca Joy Eslava, en la calle del Arenal.
La noche deparó también sorpresas agradables: la discotecabolera Stella, en Arlabán, 7 (a la espalda de Alcalá, 20), tenía todo correcto. Pero en los Ideal, que tienen ocho salas, los coches y los contenedores convivían en el lateral del edificio donde están ubicadas las salidas.
"El dueño de cada local tiene que pedir las placas de prohibido aparcar", asegura Rubio. "A partir de ahí, tiene que hacerlo respetar el Ayuntamiento". Pero no hay grúas en fin de semana por la noche.
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