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Entrevista:Francisco Fernández MarugánCoordinador del programa electoral del PSOE

"El programa electoral del PSOE será de cambio y transformaciones"

Pregunta. Si hoy estuviera sentado como un militante más en un mitin de Felipe González, ¿sería de los que le dirían 'dales leña' (a los del PP, naturalmente)?

Respuesta. No. Cada líder político tiene una capacidad de comunicar determinados mensajes. Felipe González se caracteriza porque sus mensajes más que polarizar actitudes individuales y colectivas, ponen de relieve las líneas globales y básicas de los socialistas. Usted y yo sabemos quién ha dado leña...

P. Alfonso Guerra.

R. La gente le pide ese tipo de actuación que usted decía. Por cierto que eso pone de relieve algo muy importante, y es que los socialistas han sido capaces de dirigirse a amplísimas capas de la sociedad, y que ha habido dos personas que han actuado de manera complementaria. El binomio Felipe-Alfonso ha funcionado. Y yo no renuncio a ese binomio.

P. ¿Quiere decir que si Guerra no conserva el mismo protagonismo en las próximas elecciones la estrategia de abarcar a muy diversos sectores sociales quedaría coja, según sted?

R. Yo no tengo por qué pensar que Alfonso no va a mantener ese protagonismo. Es un líder muy importante en el PSOE, una persona que conecta con amplísimas capas sociales. Ante estas elecciones no tenemos por qué renunciar a nada ni a nadie.

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P. Con todo, el PSOE ha perdido apoyo social. ¿Qué sectores cree usted que les han retirado el respaldo, la complicidad?

R. Niego la mayor. Seguimos siendo la primera :Fuerza política y la que mejor vértebra, en paz, en libertad,y en seguridad, esta sociedad. Lo que tenemos que hacer los socialistas es, en lugar de quedarnos paralizados, poner en valor lo que hemos hecho y señalar a la sociedad los proyectos que queremos impulsar.

P. Usted es el coordinador del programa electoral. ¿Cuáles son esos proyectos que va a ofrecer a los ciudadanos?

R. Debe ser un programa abierto, pero no puede ser instantáneo. Las políticas cambian con el tiempo, y el programa reflejará ese cambio, pero vamos a conservar la orientación. El desafío ya no está en vertientes cuantitativas, sino en atender la calidad. Además, debe ser un programa que podamos cumplir.

P. González dijo hace una semana, en Toledo, que el programa del PSOE no puede ser una carta a los Reyes Magos. Pero cabe suponer que tampoco debe ser un vuelo rasante.

R. Nuestro programa debe tener tres grandes ejes. Debemos apoyar el proceso de unión política y económica europea, y eso implica cumplir las restricciones acordadas por los países comunitarios. La economía que viene tiene que funcionar con un equilibrio razonable entre eficacia y equidad. Y quiero decir que una sociedad que no sea equitativa difícilmente puede ser eficaz.

Somos un partido que emana de una concepción política de izquierda, que sigue apostando por cambiar y, por tanto, vamos a hacer un programa electoral en el que los planteamientos de transformación y reforma constituyan un eje fundamental.

P. Por cierto, ¿le parece una carta a los Reyes Magos el programa del PP?

R. La parte económica me parece que se. caracteriza por dos cosas: rebajas impositivas y un festín de gastos. Eso significa asumir una gran contradicción, porque disminuir los ingresos y aumentar desmesuradamente los gastos produciría una elevación espectacular del déficit público.

Hablar con los sindicatos

P. ¿Se ve sentado con una delegación de la UGT discutiendo, no digo negociando, el nuevo programa electoral del PSOE?

R. En otros momentos lo hemos hecho, y yo estaría dispuesto a discutir con distintos grupos sociales, sindicales y empresariales los planteamientos que el PSOE piense incorporar en su programa electoral.

P. ¿El Gobierno debe llevar adelante, aunque no cuente con el apoyo de los sindicatos, la reforma del mercado laboral antes de las elecciones?

R. Ése es un tema que merece una reflexión sosegada en cuanto a su contenido y en cuanto a la duración del debate. La sociedad española ha cambiado, y deben cambiar, en consecuencia, las relaciones industriales. El Gobierno ha pedido un dictamen al Consejo Económico y Social, y después decidirá los proyectos de ley que envía al Parlamento.

P. Parece que ustedes quieren estimular ahora los contratos indefinidos, tras haber favorecido la multiplicación de los contratos temporales, que han hecho el empleo tan precario.

R. Nunca se baña uno en el mismo río. El haber favorecido los contratos temporales ha contribuido a que la generación de empleo haya sido extraordinariamente significativa entre 1985 y 1990. Ahora deberíamos seguir apostando por aquel tipo de empleo que se vincule de forma estable al proceso productivo y que incluya dosis importantes de permanencia en el empleo. Las empresas españolas, ya más asentadas, tienen que transformar una parte considerable de sus trabajadores a tiempo parcial en trabajadores fijos, y tienen que restringir los contratos de prácticas y formación a tareas muy específicas.

P. ¿Cree que José María Cuevas se equivoca más por alejarse del Gobierno o por acercarse al Partido Popular?

R. Creo que se equívoca más al acercarse al PP. A los empresarios les corresponde adaptarse, pactar, en las relaciones industriales. La confrontación, la arenga pública, ese afán de favorecer políticamente a una determinada opción es una estrategia que va en detrimento de los intereses de las empresas.

P. ¿Es usted partidario de aumentar, mantener o disminuir el gasto social?

R. Somos partidarios de mantener el esfuerzo para conseguir un equilibrio social. En 1982 el gasto de protección social estaba a 10 puntos de la media de la CE y ahora estamos a tres.

P. ¿Van a proponer ustedes una reforma fiscal?

R. No contemplo la posibilidad de incorporar al programa incrementos de presión fiscal con carácter individual. No vamos a auspiciar una reforma fiscal.

P. ¿Por qué el PSOE dispone de una tenaz estrategia económica, de un tenaz discurso europeísta y no dispone de un discurso anticorrupción?

R. Eso no es cierto. Y en materia de corrupción, el bisturí es mucho más importante que el hacha. Nosotros, los casos que hemos detectado los hemos condenado, y nuestro compromiso en este terreno es claro y nítido. Las contradicciones las tienen otros. Hay quien verbaliza las actuaciones contra la corrupción y convive sistemáticamente con ella.

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