Las universidades reducen a la mitad la ampliación prevista en su recinto

Las universidades Complutense, Politécnica y Nacional a Distancia (UNED) han renunciado a la mitad del crecimiento que habían programado para la Ciudad Universitaria. El plan inicial de reforma de 1991, ahora anulado, preveía construir nuevos edificios docentes, residenciales y de servicios hasta aumentar en un 23% el volumen actual. Ahora será un 12%, al suprimirse varios de los edificios programados. Sin embargo, alguna nueva construcción se levantará en zona verde. El plan, para compensar la pérdida de estos espacios, declara como parque un área ya construida.

Los redactores del Plan especial de Reforma de la Ciudad Universitaria, dirigido por el arquitecto Leopoldo Arnaiz, han modificado un proyecto que desde su primera aprobación, el pasado año, se vio marcado por la polémica. El urbanista Eduardo Mangada, ex consejero de Política Territorial, fue uno de sus principales detractores: "Lo único que buscan es construir", declaró. La oposición estaba incluso dentro de la propia Universidad, en la sede de la Escuela Superior de Arquitectura. Su catedrático Juan José Trapero llegó a decir: "Han vendido [los redactores del plan de reforma] su corazón al demonio".Estas reacciones se unieron a las de los vecinos del parque de la Virgen Blanca, en Moncloa, que vieron cómo sus árboles caían por la construcción de una nueva de las nuevas vías de acceso a la Ciudad Universitaria, incluida en el plan. Según Arnaiz, "se han tenido en cuenta todas estas opiniones, además de la de la Oficina del Plan [departamento municipal que elabora el Plan General] para redactar un nuevo proyecto".

Así, el plan reelaborado que el viernes pasará por el pleno municipal prevé 195.000 metros cuadrados de nueva construcción donde antes se hablaba de levantar 380.000 metros cuadrados. Las universidades han prescindido "con mucho esfuerzo", según Arnaiz, de la nueva Escuela de Ingeniería Industrial, de varios colegios mayores, de ampliar algunos edificios docentes y de construir inmuebles anexos a las facultades para investigación. También se reducen las plazas de aparcamiento de 29.625 a 18.150.

'Cemento verde'

Sin embargo, este recorte de las pretensiones urbanísticas de las universidades no convence a la oposición municipal. El PSOE votará en contra del proyecto por varias razones. Una, general: "El Plan persigue aislar a la Ciudad Universitaria de la ciudad, cuando lo que debe servir es para integrarla", explicó José María de la Riva, concejal socialista. "Lo habitual es que las universidades tiendan a desconcentrar sus campus, no a macizarlos".La otra razón es más concreta. El PSOE se opone a que se aplique una Figura urbanística de nuevo cuño, el cemento verde. Es decir, calificar como zona verde un área ocupada por edificios consolidados.

El Ayuntamiento está dispuesto a recalificar como zona verde parte de las instalaciones industriales que el Ciemat (antigua Junta de Energía Nuclear) tiene al norte de la Ciudad Universitaria. Es una "artimaña", según el PSOE, para compensar los metros cuadrados de parque que se perderán con algunas de las nuevas construcciones.

El gerente de la oficina del plan, Luis Rodríguez-Avial, aseguró ayer que la declaración como zona verde de esta franja del recinto docente es "una previsión a largo plazo". "El terreno del Ciemat está ocupado en virtud de una concesión que finaliza dentro de 15 años. Entonces se demolerán los edificios", explica Rodríguez-Avial. De la Riva no está tan seguro. "Dentro de 15 años, la vigencia del plan habrá terminado. ¿Cómo se garantiza que entonces seguirá siendo zona verde".

El Ayuntamiento también prevé descatalogar parte del jardín protegido del Rectorado (entre la calle de Isaac: Peral y la avenida de los Reyes Católicos) para construir un nuevo edificio para las oficinas de la universidad. También se pretende levantar la nueva Facultad de Minas y un colegio mayor en una franja del parque de la Dehesa de la Villa. Estas son las zonas verdes perdidas y compensadas con los edificios del Ciemat.

Además, la oposición teme que los aparcamientos que se excaven en el recinto, perfectamente conectados con el metro, sigan sirviendo, como en la actualidad, para personas ajenas a la universidad. Leopoldo Arnaiz asegura que en su momento se recurrirá a algún sistema (tarjetas de estudiante u otros) para que los estacionamientos den servicio sólo a los universitarios. Habrá aparcamientos en las facultades de Arquitectura, Químicas, Derecho y Ciencias de la Información, en el Paraninfo y junto al hospital Clínico y los colegios mayores. Además está en construcción otro estacionamiento de 2.000 plazas en la plaza de Farmacia, que se transformará en un jardín y se cerrará a la circulación.