La oposición zaireña critica a Francia por permitir la entrada de Mobutu
El presidente de Zaire, Mobutu Sese Seko, visitó ayer a un dentista en Mónaco, mientras la oposición exiliada en Europa criticaba al Gobierno francés por permitir la entrada en el país del dictador africano.
En un convoy de seis coches, Mobutu se dirigió desde su palacete de mármol rosa en la Costa Azul hasta Monte Carlo para hacerse revisar la boca, ya que, según el embajador zaireño en París, desde su llegada a Francia el viernes por la noche "tenía un agudo dolor de muelas".
El embajador desmintió que el viaje de Mobutu tenga algo que ver con los esfuerzos de Estados Unidos, Bélgica y Francia para que deje el poder, que ocupa desde hace 27 años. Estos tres países planean embargar los bienes que Mobutu tiene en ellos. "No se trata en modo alguno de una enfermedad diplomática", aseguró el embajador.
Albert M'Peti, portavoz del opositor Partido Cristianosocial y Democrático de Zalre, declaró en Bruselas: "Está claro que siempre ha habido un doble juego entre Mobutu y el Gobierno francés, que rechaza ver la misería y el martirio del pueblo de Congo-Zalre".
La principal fuerza opositora, que encabeza el primer ministro Etienne Tshisekedi, la Unión para la Democracia y el Progreso Social, emitió un comunicado que califica de "indignante ver que Francia sigue apoyando abiertamente al dictador al ponerle en su territorio".
El ministro de Exteriores belga, Willy Claes, dijo el sábado a su vuelta de un viaje a Washington que Estados Unidos ha perdido la paciencia con Mobutu, pero que aún no se ha decidido qué sanciones imponerle y cuándo para forzar al dictador zaireno a dejar el poder.
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