Dos traficantes vivían en una mansión de 400 millones en Pozuelo

La policía ha intervenido una lujosa mansión valorada en 400 millones de pesetas en Pozuelo, sospechosa de haberse construido con dinero procedente de los negocios de narcotráfico que dirigía un matrimonio detenido anteayer. Los inquilinos tenían siete personas a su servicio y todo tipo de comodidades. La madre de la mujer detenida afirma que adquirió la casa para albergar a su prole, 10 hijos, ya que hasta ahora vivía en la barriada del Pozo del Tío Raimundo.

Lo que vieron los policías no tenía desperdicio: en la parcela, de 19.000 metros cuadrados, se alzaban dos casas, una de 1.600 metros cuadrados repartidos en dos pisos -donde vivían los detenidos, Juana H. Castillo, de 37 años y su marido, Benigno Ferré Aguado, de- 39- y otro más de 300 metros cuadrados para la servidumbre, a la sazón tres matrimonios dominicanos en situación ¡legal y un español. Perfectamente uniformados: ellos, con chalecos a rayas rojas y blancas, con pantalón oscuro; ellas, con cofia y uniforme de doncella.En la parcela había picadero, piscina, una fuente y maquinaria para labrar una huerta. En la cocina había cuatro lavadoras y cuatro secadoras. Cada habitación tenía un televisor.

En el registro se hallaron seis armas de fuego -cinco pistolas y un revólver- y abundante munición. Una de las pistolas había sido robada de la casa de un policía en 1987. Había además, cuatro millones de pesetas -escondidos en una mesa de billar-, 20 gramos de heroína, joyas y tres coches, todos con teléfono.

La casa, según la policía, había sido comprada en noviembre del pasado año. En la operación policial, según distintos testigos, intervinieron unos 30, policías con coches patrulla y un helicóptero.

Negocios inmobiliarios

Ayer se encontraban en la finca la madre, un hermano y varios hijos de la detenida. Inés Castillo Román explicó que el dinero de su hija proviene de sus negocios inmobiliarios en la Manga del Mar Menor. Afirma que su hija sólo ha pagado para la compra de la finca una letra "de 200.000 pesetas corno señal de compra".El hermano de Juana H. Castillo, Pedro, aseguró que las armas decomisadas por la policía no pertenecían a la familia sino, "tal y como ha declarado una empleada en el juzgado, pertenecen a un amigo de ésta". El hermano comentó que hoy en día es normal tener un arma. Ambos coinciden negar que la policía hallase en la mansión droga alguna.

La detenida, según su madre, tiene 10 hijos y vive en el Pozo del Tío Raimundo, y quería comprar esta casa para dar cobijo a la prole. "Sólo venían una o dos veces a la finca para encargar algunos arreglos en la casa", aségura.

Esta versión no coincide con la del jardinero de la finca, Manuel, quien asegura que la casa se vendió en noviembre del pasado año y que llegaron a vivir en Reyes [el 6 de enero]". Manuel añadió que él apenas les veía o hablaba con ellos y sostiene que los detenidos "iban y venían". La casa fue vendida por una primera familia a unos extranjeros, al parecer libaneses, que a su vez habían cerrado la operación de compraventa con los detenidos por la cantidad mencionada, unos 400 millones de pesetas.

Ni Manuel ni otros vecinos de la zona, entre ellos el farmacéutico del pueblo, Alfonso Ramos, que vive a pocos metros de esta finca, sospechaban que los detenidos tuvieran alguna relación con el narcotráfico. Un camarero de Monte Alina, un restaurante que se encuentra a unos 500 metros, aseguró que un conocido suyo le había comentado recientemente que los nuevos inquilinos "levantaban sospechas".

La titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Majadahonda, Mercedes de Mesa García, tomó ayer declaración a los dos detenidos y a sus empleados.