Medio Ambiente impuso en 1992 sólo una sanción por las cacas de los perros

Continúa sin encontrarse el combate efectivo contra las heces caninas en Madrid. El Ayuntamiento sólo impuso una sanción en 1992 por infringir la norma que obliga a limpiar las deposiciones de los perros. Los aparatos y medios técnicos aplicados por el Área de Medio Ambiente no han servido de mucho, porque los madrileños no hacen uso de ellos y porque el censo de estos animales, estimado en 60.000, aumenta un 10% al año.

La portavoz en temas de medio ambiente del grupo socialista, Ana Tutor, que fue la que denunció, ayer esta inoperancia, centra sus acusaciones en la Concejalía de Medio Ambiente. El grupo municipal socialista multiplica el número de perros por dos deposiciones diarias y relaciona esta cifra con la superficie de aceras de la ciudad (870 hectáreas). La conclusión: existe una caca de perro cada 80 o 90 metros cuadrados de calle, siempre y cuando se efectúen con periodicidad las tareas de limpieza.

Tutor trasciende este problema y asegura que no sólo molesta a los afectados, sino que constituye un riesgo para la salud, especialmente para los niños. El PSOE propone extender la prueba de las bolsas a todos los distritos, pero de manera gratuita, más eficaz y más vigilada.