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Siete ex golpistas soviétícos entusiasman al congreso constituyente del comunismo ruso

Pilar Bonet

Varios centenares de comunistas iniciaron ayer un congreso extraordinario, "restaurador y unificador", del Partido Comunista de la Federación Rusa con vítores y aplausos dedicados a siete altos ex funcionarios soviéticos acusados de perpetrar un intento de golpe de Estado en agosto de 1991. Una oleada de solidaridad se extendió entre los 650 delegados, reunidos en el salón de actos de un complejo residencial junto al río Kliazma, en las afueras de Moscú, al anunciarse la presencia de los "presos del Silencio del Marinero", así designados por haber estado en la cárcel de este nombre.

De este modo, para testimoniar la voluntad de continuar Militando en la causa comunista, aparecieron juntos en público por primera vez el ex vicepresidente de la URSS, Guennadi Yanáiev; el ex jefe del Comité de Seguridad del Estado, Vladímir Kriuchkov; el ex jefe del Parlamento, Anatoli Lukiánov; el responsable de la industria militar, Oleg BakIánov; el ex secretario del Partido Comunista, Oleg Shenin; el ex jefe de la unión de campesinos, Vasili Starodúbtsev, y el ex jefe de la escolta del presidente de la URSS, Yuri Plejánov."El comunismo tiene un gran futuro. No conozco otro partido que tenga tanto futuro", manifestó Kriuchkov en un vestíbulo donde se vendían insignias de Lenin y se veían rostros célebres de la época soviética, como el del ex miembro del Politburó Yegor Ligachov. Kriuchkov admitió ante esta corresponsal que la falta de líbertad no le ha permitido seguir en detalle la política de Rusia. El primer policía de la URSS, ahora más gordo, publicaba ayer un agresivo artículo en el que acusaba al reformista Alexándr YákovIev de ser prácticamente un agente de la CIA (Agencia Central de Inteligencia norteamericana) desde sus años estudiantiles.

Cinco de los grupos de orientación comunista que se formaron en las ruinas del prohibido Partido Comunista de la URSS (PCUS) participan en el Congreso constituyente, que puede consolidar la formación de un partido comunista o propiciar la escisión del movimiento. Desde el punto de vista legal, los delegados tratan de encontrar un equilibrio entre un nuevo comienzo y la continuidad comunista. El dictamen dado por el Tribunal Constitucional en noviembre de 1992 permite la existencia de partidos de carácter comunista y da luz verde al resurgimiento de las organizaciones de base, pero prohibe restaurar las estructuras dirigentes del PCUS y, del Partido Comunista de Rusia, que fueron abolidas por el presidente Borís Yeltsin después del golpe de 1991.La marginación e ilegalidad,que concluyeron tras el veredicto del Tribunal Constitucional, no ha servido para resolver los problemas acumulados por el comunismo soviético. Sin resolver están las tensiones internas que se dieron en el PCUS entre los sectores duros marxistas-leninistas y los sectores de orientación social-demócrata. Los primeros tienen su máxima expresión en el Partido Comunista de los Trabajadores de Rusia (RKRP), dirigido por Víktor Tiulkin, y en el Partido Comunista Soviético (Bolchevique), dirigido por Nina Andreieva, que no asistía al congreso. Los sectores socialdemócratas están representados por Roy Medvédev, dirigente del Partido Socialista de los Trabajadores (legal y registrado), y, en parte, por Valentín Kupzov, presidente del comité organizador del Congreso, que dirigió el Partido Comunista de Rusia (que orgánicarnente era parte del PCUS) antes del golpe.

Socialismo y mercado

El Partido Comunista no supo llevar a cabo las posibilidades económicas del socialismo, ni la concepción federalista de Lenin, ni aseguró el poder de los sóviets, manifestó Kupzov en la parte autocrítica de un informe ecléctico. Kupzov defendió el centralismo -democrático, aceptó la compatibilidad entre "socialismo" y "mercado" y expresó simpatías por la Unión Cívica. Esta organización, dijo, agrupa a directores de empresas que se apoyan en el "capital nacional". La perestroika, es decir la reforma emprendida por el líder Mijaíl Gorbachov, fue en su fase final un "desmantelamiento" del socialismo bajo la "influencia extranjera", afirmó Kupzov. Kupzov exhortó a la unidad de socialistas y comunistas.Un respetable número de personas relativamente jóvenes participan en el Congreso. Yuri Anujin, un mecánico de 37 anos procedente de Karelia, junto a Finlandia, afirmó que en la ciudad de Petrozavodsk se han registrado 507 comunistas (antes del golpe eran 14.000). La profesora de filosofía Tatiana Zagaiko, de la región del Amur, en el Extremo Oriente de Rusia, representa a una organización municipal de 700 personas (antes, 9.000). Zagaiko, que antes daba clases de marxismo leninismo, dijo que sus puntos de vista políticos han evolucionado y que hoy reconoce la propiedad privada.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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