González afirma que España es una macroempresa con dificultades que va a salir adelante

González se comprometió también a apoyar el ingreso de China en el GATT, donde el país asiático tiene sólo el estatuto de observador.González y Li Peng están de acuerdo en intensificar las relaciones comerciales y las inversiones de empresas españolas, que actualmente se elevan a 1.660 millones de dólares entre contratos en ejecución y firmados. A ellos se añaden proyectos en estudio por valor de otros 480 millones de dólares. España espera beneficiarse del objetivo anunciado por el primer ministro chino de "abrir aún más su mercado a Europa occidental". China tiene previsto comprar al exterior "en los primeros años de los 90" tecnología y equipamientos por valor de más de 30 billones de pesetas.Los dos mandatarios hicieron llamadas a estrechar lazos en sus discursos de clausura de la segunda reunión plenaria del comité empresarial chino-español, que contó con más de 2.000 asistentes.

El encuentro previo con la delegación empresarial española se tradujo en un elogio generalizado a la política de Felipe González en apoyo de las inversiones en el exterior. Entre los 133 presentes, aparte de directivos de muchas empresas industriales de envergadura, se encontraban representantes de los bancos Central Hispano, BBV, Banesto, Santander, Exterior y Sabadell.

El presidente pidió colaboración. "A mí me cuesta mucho más trabajo convencer a la opinión pública de por qué es importante que yo venga aquí", dijo. "La salida al exterior", añadió, "a pesar de que como país tenemos poca tradición y limitaciones financieras, significa empleo y compensar algunos elementos de la crisis".

Algunos empresarios aprovecharon la ocasión para pedir más créditos oficiales subvencionados y mayor promoción de la imagen de España en el exterior. El presidente les prometió ayuda -"en lo que podamos", dijo- y les emplazó a que "aprieten a la Administración para que trabaje a tope en función de los intereses de ustedes, porque también son los de nuestro país".

En el encuentro con Li Peng, se produjo "una amplia coincidencia de puntos de vista con Felipe González en muchos temas", en palabras del primer ministro chino. La cuestión de los derechos humanos y la posible liberación de algún preso político será suscitada hoy en la entrevista que el presidente mantendrá con el secretario general del partido comunista, Jiang Zemin.

Li Peng hizo un elogio de los Juegos Olímpicos de Barcelona y de la Expo, a los que calificó de "gran éxito conquistado por el pueblo español, el Gobierno y, especialmente, el Rey de España". González prometió el apoyo y la experiencia de nuestro país para ayudar a que Pekín pueda ser sede de los Juegos Olímpicos del año 2000, a pesar de que entre las ciudades aspirantes figuran Manchester y Berlín. El presidente del Comité Olímpico Internacional, Juan Antonio Samaranch, viajará "en fechas próximas" a China."Acoso" de la CE

En las relaciones bilaterales no hay ningún problema, pero en el repaso a la situación internacional González pudo oír de labios del primer ministro chino la sensación de "acoso" que siente por parte de algún país de la CE (Francia y Reino Unido), su temor por "el tamaño desmesurado de algunos ejércitos de la antigua Unión Soviética" (Ucrania, especialmente) y su convicción de que la batalla por el poder en Rusia la ganará "quien sepa recuperar la economía".Mostró también recelos ante los apuntes de proteccionismo por parte del nuevo presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, y, como confirmacion de la bondad de la política de apertura económica en China, pidió datos sobre el futuro de la construcción europea, uno de los temas favoritos de González.El esfuerzo desarrollista no puede ser visto como una amenaza de poderío económico por Occidente, según Li Peng, quien puso como ejemplo que, para llegar al nivel de renta per capita de los españoles, a los chinos les faltan "entre 30 y 50 años", siempre que la economía siga creciendo al ritmo actual de un 10% (un 12% el pasado año).

En la apretada jornada de ayer, González sólo se tomó un respiro de pocos minutos para visitar un vivero, donde, según fuentes oficiales, no compró ningún bonsai, sino sólo algún recipiente de cerámica para plantas.