El Foro Económico de Davos advierte a Washington que su proteccionismo destruye las posibilidades de reactivación

Las primeras conclusiones del Foro Económico Mundial no rompieron el ambiente pesimista en que se desarrollan los debates. El ex primer ministro francés, Raymond Barre, vaticinó ayer una pobre reactivación económica dentro de un periodo de cambios profundos en la mayoría de los países del mundo. Tras cinco días de análisis de la situación, los expertos mostraron además su preocupación por los nuevos brotes de proteccionismo surgidos en Estados Unidos tras la llegada al poder del presidente Bill Clinton.Un día antes de que termine la reunión anual de Davos, Raymond Barre presentó ayer el primer borrador de conclusiones de las sesiones de trabajo, que este año tienen como lema "aunando todas las fuerzas para la reactivación económica". Más de un millar de empresarios, políticos y académicos de todo el mundo se han reunido en esta localidad suiza para intentar despejar las dudas sobre el futuro económico. Sin embargo, las incertidumbres continuaban tras cinco días ole intensos debates, en los; que el fantasma del proteccionismo en Estados Unidos -ayer mismo confirmado con el anuncio del boicot norteamericano a los productos europeos de telecomunicaciones y, producción de energía destinados a los servicios públicos de este país- ha impedido sacar conclusiones optimistas.

Barre destacó la complejidad de la situación económica mundial, por el final de la sociedad inflacionaria, el necesario saneamiento financiero tras largos años de excesos, el intenso progreso tecnológico y la globalización de la competencia. "La reactivación no es fácil", añadió sin querer cuantificar las previsiones de crecimiento mundial para próximos años -en la reunión del año 1992 lo había cifrado en un 3% anual para la década de los noventa-, ni fijar una fecha para el inicio de la recuperación. Sí dijo que "la reactivación será gradual, porque las condiciones generales no son propicias para una recuperación brillante como en el pasado". En algunas sesiones se había descartado una recuperación en Europa antes de 1993.

En cuanto a las condiciones para el despegue, los expertos han coincidido en que tanto Estados Unidos como los países comunitarios deben realizar cambios profundos para poder aunar sus fuerzas. Las nuevas amenazas proteccionistas de Bill Clinton han estado presentes en todos los debates y Barre resumió ayer las peticiones que se han hecho durante esta semana: "El nuevo presidente debe presentar un programa convincente para reducir el déficit presupuestario y acabar con el proteccionismo, que destruye las posibilidades de reactivación". Respecto a Europa, el coordinador de las jornadas destacó la necesidad de modificar la combinación de políticas fiscal, monetaria y de rentas.

Llamamiento a EE UU

Ya en los primeros debates, representantes norteamericanos y europeos habían pedido la convocatoria de una reunión extraordinaria del Grupo de los Siete para coordinar sus políticas económicas y emprender una acción conjunta destinada a acelerar la reactivación. En las conclusiones de ayer, Barre pidió señales concretas a Estados Unidos y Alemania sobre su determinación de estimular sus economías, aunque a lo largo de las discusiones se ha puesto de manifiesto la imposibilidad de Washington de asumir el papel de locomotora mundial.Entre los requisitos para volver a la senda del crecimiento, los expertos han mencionado también la necesidad de estimular el ahorro mundial, estabilizar los mercados financieros y conseguir una fuerte expansión comercial. La apertura de los mercados es considerada imprescindible para que los países en vías de desarrollo puedan iniciar el despegue.

El paro ha ocupado también parte de las discusiones. Barre destacaba ayer que es difícil de solucionarlo "porque los costes laborales en Europa son más altos que los del capital, por la rigidez de los mercados laborales y porque los sistemas de protección social del parado desincentivan la actividad económica".