Francia acusa al Reino Unido de 'dumping' social por llevarse a Escocia la fáctoría de Hoover

"Si esto hubiera ocurrido antes del 20 de septiembre, los partidarios del no a Maastricht hubieran ganado el referéndum", declaró ayer Jean-Pierre Soisson, ministro de Agricultura francés y presidente de la región de Borgoña. Soisson hacía referencia al anunciado cierre de la fábrica de la empresa norteamericana Hoover en Dijon, la capital de Borgoña, y su traslado a Escocia, un asunto que los franceses califican de dumping social británico.

Las quejas del titular de Agricultura fueron secundadas por el presidente del Gabinete francés, François Mitterrand, que definió el caso Hoover como un ejemplo de bandidaje".Hoover, fabricante de aspiradoras propiedad del grupo norteamericano Maytag, se va a Cambusland (Escocia) porque los salarios y los costes sociales son allí más bajos que en Francia, y porque, entre otras cosas, los sindicatos locales le han prometido no hacer huelgas e Incrementar el tiempo de trabajo sin cobrar un penique. También porque, tras doce años de thatcherismo, el Reino Unido presenta un panorama de sindicatos debilitados y moneda devaluada.

Aumento del paro

El cierre de la factoría de Diion, abierta en 1964, supondrá la pérdida de 600 empleos en un momento en que la principal angustia de los franceses es el incesante aumento del paro. Pero aún más grave, este asunto prueba, según la interpretación de las autoridades francesas, que el Reino Unido pretende aprovecharse del hecho de no haber firmado ninguno de los documentos en materia social elaborados por la Comunidad Europea.

Los trabajadores escoceses han aceptado unas importantes concesiones: autolimitación del derecho de huelga, reducción de la representación sindical, alargamiento de la semana laboral en 50 minutos no pagados y aportación a Hoover de 180 millones de francos sacados de su caja de pensiones. Condiciones, según Jean-Pierre Soisson, "propias del siglo XIV'. Campbell Christie, secretario general de los sindicatos escoceses, confiesa que negociaron "con la pistola en la sien".

El caso Hoover ha llegado también a la Comunidad Europea. Jacques Delors, presidente de la Comisión, se ha declarado "sorprendido" por e modo cómo el fabricante norteamericano ha "regateado" con las ayudas ofrecidas por los Gobiernos francés y británico, así como con las condiciones de trabajo en Borgoña y Escocia.

Europa sin fronteras

El caso Hoover ejemplifica cómo las grandes empresas pueden aprovechar las ventajas de la Europa sin fronteras para instalarse en uno u otro lugar aprovechando las profundas divergencias existentes en materia de salarios y legislación social.

Los portavoces de Hoover aseguraron ayer que la decisión final será anunciada el próximo 11 de febrero, pero la prensa británica da por hecho que el traslado a Cambusland, donde Hoover está implantado desde hace años, ya ha sido totalmente decidido. "No se puede vestir una región de Europa, desnudando a otra", dijo ayer Jean-Pierre Soisson. "Si los Estados europeos se pliegan a estos métodos de apache, no habrá Europa de ningún tipo", añadió el ministro francés. Los sindicatos franceses señalaron Ia urgente necesidad de coger el toro por los cuernos para que la Europa social no vaya a remolque del Mercado Unico".