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"El Bundesbank está destruyendo Europa"

Andreu Missé

Pregunta. La llegada de Clinton al poder coincide también con el final de un periodo de fuerte auge del liberalismo. Otros países, como Francia, están volviendo a considerar un mayor compromiso del Estado con las empresas, como ocurre en Japón. ¿Qué opina de este cambio?Respuesta. Si uno mira la historia económica moderna, se parece a un péndulo. Existen momentos en que la intervención del Estado en la economía es importante y momentos en que se llega a excesos de desregulación, como el reaganismo. Creo que ahora estamos en la fase del péndulo que se ha alejado al máximo del liberalismo. Pero sería un gravísimo error si el Estado volviese a ser empresario, porque el Estado no es capaz de ser emprendedor.

P. Pero se vuelve dar más importancia a la política industrial. Laura Tyson, la jefa de los asesores económicos de Bill Clinton, es una clara defensora de la política industrial.

R. Sí, yo recuerdo a la señora Tyson cuando enseñaba en la Universidad de Berkeley, en California, su teoría, aún en periodo reaganiano, de que el Estado debía estar más presente en la regulación general de la economía y en la política industrial. Creo que en América veremos más presencia del Estado; esperamos no ver más proteccionismo, porque éste sería un gravísimo error.

P. ¿Distingue entre política industrial y proteccionismo?

R. La línea de demarcación, en términos prácticos, entre política industrial y proteccionismo es una línea muy sutil. La política industrial muestra la voluntad del Estado de tener un papel en el sostenimiento y en el desarrollo de las empresas, mientras que el proteccionismo es en realidad una discriminación hacia esas empresas. El proteccionismo no es sólo un problema ideológico, sino también un problema económico. Al proteccionismo corresponde un menor crecimiento global del país. Lo único que hace aumentar el crecimiento es el incremento del volumen del comercio.

P. ¿Qué ha pasado en Italia, que hace tres o cuatro años era un país modélico, de empresarios con iniciativa y un permanente punto de referencia?

R. Ustedes han sido muy gentiles y afectuosos con Italia. El problema es difícil de resolver, pero fácil de comprender. Italia es el único país del mundo occidental que ha tenido una democracia incompleta. Por tener dos fronteras, una con el mundo comunista (Yugoslavia y Albania) y la otra con el partido comunista más grande del mundo occidental. Italia ha tenido una democracia bloqueada durante 40 años. Y cuando una democracia está bloqueada por un periodo largo de tiempo tiende a transformarse en un régimen.

P. ¿Cómo explica la eclosión de la corrupción?

R. En Italia estamos asistiendo ahora al final de un régimen. A un régimen siempre se asocia la corrupción. El antídoto a la corrupción es el recambio.

P. ¿Cuándo se producirá este cambio?

R. Hasta que no exista un nuevo sistema electoral, siempre fundamentado sobre los partidos políticos, pero capaz de poner en relación más directamente a los ciudadanos con el Estado y de dar vida a coaliciones estables de Gobierno, no se podrá hablar de cambio. Por otra parte, que Italia ha tenido suerte de tener a Amato, que gestiona de forma correcta una transición.

P. ¿Cómo ha vivido Italia después de la salida del SME?

R. Un gran shock. Italia vivía por encima de sus posibilidades, con un cambio irreal que en seis años era fijo con el marco, cuando existía un diferencial de inflación entre Italia y Alemania que se acumulaba año a año. De ahí que un realineamiento fuera necesario.

P. ¿Cuándo cree que Italia debe volver al SME?

R. En mi opinión, ahora no. Sin prisa, no hay urgencia.

P. ¿Sin prisa?

R. Preferiría que Italia volviese a un sistema nuevo. Un sistema que es necesario que se haga, y se hará. La devaluación competitiva es dramática. Ahora España devalúa más que Italia o Italia más que España, es una carrera infinita. Está demostrado que el sistema actual es inadecuado.

P. ¿Cree que Italia, o España, irán a una segunda velocidad hacia la unión monetaria?

R. La segunda velocidad es ya una realidad. El falso nacionalismo puede hacer pensar que Italia es igual que Alemania o que España es como Alemania, pero la verdad no es ésta. Las dos velocidades son ya una realidad. Tal vez sean tres o cuatro. Creo que probablemente habrá una Europa a más velocidades.

P. ¿Cómo ve el protagonismo que está adquiriendo el Bundesbank en el diseño de la política económica de los demás países?

R. No hay duda que es una distorsión.

P. ¿Pero qué opina de este sistema?

R. El problema es que con este sistema Alemania está haciendo una política que tal vez es justa para Alemania, pero no para Francia, por ejemplo, o para España. A mí me parece que Europa debe hacer una elección rápidamente, ya que la recesión es muy profunda y no se puede vivir en Europa con tipos de interés reales del 6% al 7%, cuando en América y en Japón son del 0%. Yo entiendo las razones del Bundesbank para los alemanes, pero creo que esto está destruyendo Europa, porque la realidad es que esta decisión ha destruido el concepto de Europa.

P. ¿Italia y España en el año 2000?

R. Lo que ocurra en el 2000 dependerá de los españoles y de los italianos. Lo que admiro de España es que tiene una Administración mejor que la nuestra. Italia, por su parte, tiene un espíritu emprendedor extraordinario.

P. Hablando de otra cosa, ¿cómo le ha afectado a sus negocios la condena por el fracaso del Banco Ambrosiano?

R. No, a mis negocios no les ha afectado, porque en Italia y en el extranjero se sabe cómo están las cosas. Pero desde el punto de vista anímico, pienso que he sido objeto de una gran injusticia, que espero se corregirá con el juicio de segundo grado.

P. ¿Cómo ha recompuesto el grupo después del asalto frustrado a la SGB?

R. Una vez liquidada con pérdidas esa inversión -la venta del 49%-, hemos reducido rápidamente el endeudamiento del grupo a cero y nos hemos visto obligados a comprender que el mundo ha cambiado, los años ochenta no existen más y hace falta concentrarse en la actividad industrial principal, que son la Olivetti y la Valeo en Francia.

P. ¿Qué planes tiene en España?

R. Intentamos desarrollar las participaciones que tenemos, tipo NH o Berberana o Sotogrande.

P. ¿No piensan vender?

R. Cofir, no. Nuestra estrategia es mantener las participaciones que tenemos, gestionar la liquidez y estar atentos al mercado, ya que en los próximos meses se presentarán oportunidades.

P. ¿Tienen interés en algún otro banco, además del Zaragozano?

R. No. La del Zaragozano es una participación de amigos. Nació de la relación con los Albertos, con José Ramón Álvarez Rendueles, y no estaba en nuestros planes iniciales.

P. ¿Cómo ve el futuro?

R. Yo creo que el 93 será un año muy difícil. En Europa será mucho peor que el 92, y la esperanza de relanzamiento no llegará antes del segundo semestre de 1994. Y depende también de los hechos, de Estados Unidos. Debo decirle que en un mes he visto América totalmente transformada. Su gran fuerza es que vive el cambio como un elemento positivo. Europa vive el cambio como un elemento de miedo.

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