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González anuncia que toma las riendas del PSOE y se compromete a integrar a los sectores del partido

El presidente de] Gobierno, Felipe González, se comprometió ayer ante el Comité Federal del PSOE a tomar las riendas del partido ante la campaña electoral. González anunció este compromiso ante el órgano máximo del PSOE, reunido para fijar la estrategia de 1993. Garantizó también la integración de todo el partido y exigió la unidad a todos sus miembros. En su intervención ante el comité federal del partido formuló duras críticas contra "algunos jueces" por su actuación en casos de presunta corrupción del PSOE, y en alusión al juez Marino Barbero, instructor del caso Filesa, por alargar un procedimiento judicial que está contribuyendo a "erosionar" al partido socialista.

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Felipe González se empleó con contundencia contra el Partido Popular (PP) y su líder, José María Aznar. En una crítica inédita, dijo que el PP es "una derecha que no debe gobernar porque es cutre y reaccionaria", y que no tenía "credibilidad moral" para denunciar al PSOE por prácticas corruptas. A renglón seguido señaló que su líder, José María Aznar, era el único dirigente de un partido político español que aparecía en los "considerandos" de una sentencia judicial condenatoria, la que inhabilitó al alcalde de Burgos, José María Peña, de quien dijo, que había sido "asesor" de Aznar.De todos modos, señaló que el PSOE no va a "utilizar la corrupción como arma arrojadiza" y no va a entrar "en el juego de quiénes son los más corruptos". En alusión a Aznar y su equipo, el jefe del Gobierno sentenció: "Prefiero a Manuel Fraga a los posmodernos".

Aunque también tuvo algunas palabras de reproche hacia Izquierda Unida, salvó en su conjunto a esa organización al afirmar que no iba a criticar a quienes, a su juicio, sí tenían 11 credibilidad moral y democrática".

El secretario general del PSOE, atendiendo las demandas de una mayoría del partido, dejó claro ante el comité federal que iba a "ganar las elecciones" y puso de manifiesto que desde ahora asumía la coordinación entre el partido y el Gobierno. "Estoy dispuesto a realizar un esfuerzo de coordinación orgánica e institucional, para cubrir el próximo tramo con toda la energía de la que dispongo", afirmó.

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Llamada a la unidad

Pero, a cambio, Felipe González pidió a los militantes socialistas un esfuerzo de unidad, situándose él por encima de todas las discrepancias. De éstas dijo que "son menos de lo que parece y más de las necesarias" Apuntó a continuación que "Ias etiquetas son coyuntura les", pero lo importante son los proyectos y las ideas, y no los personalismos.

También prometió, como secretario general ejerciente, integrar a todos los sectores del partido. Pero añadió: "Vamos a exigir responsabilidades a todos del mismo modo que ellos me las pedirán a mí".

El número uno del PSOE criticó a renglón seguido a "algunos jueces" y se refirió al juez Marino Barbero sin citarlo Respaldó al secretario de organización, Txiki Benegas, y al responsable de finanzas, Francisco Fernández Marugán, por su comportamiento en el proceso de fiscalización de las finanzas del partido. "Hay que estar aquí para saber lo que es aguantar tres registros", dijo.

En este apartado señaló que al PSOE se le está investigando cuando "nunca nadie ha facilitado más documentación ni soportes contables que el PSOE, en un procedimiento en el que no es parte y en el que no se le acusa de nada". El secretario general del PSOE insistió en la necesidad de replicar contundentemente a las críticas de corrupción generalizadas.

La intervención de Felipe González fue elogiada a la salida del comité federal, en torno a las once de la noche, tanto por representantes del sector renovador como el guerrista. Unos y otros coincidieron en señalar que ese discurso era digno "de haber sido pasado en directo por todas las televisiones". Miembros del sector renovador decían: "Hoy nos hemos sentido en un partido plural, sin sectarismos".

González coincidió con miembros del sector renovador en que el próximo programa electoral deberá contar con el máximo apoyo de la sociedad y, a este respecto, Manuel Escudero, ex coordinador del Programa 2.000, adelantó algunas ideas sobre cómo conseguir este objetivo. También insistió en la idea de que "el socialismo es renovación".

Felipe González hizo un balance de su propia gestión altamente positivo y no tuvo empacho en asegurar que los socialistas habían llevado a cabo "un proyecto histórico" entre 1982 y 1992.

"Errores y carencias"

González reconoció "errores o carencias", pero dijo que el objetivo del PSOE era ganar las elecciones y seguir avanzando en una política "de cambio social" para este país. Insistió en la necesidad de recuperar el "valor del proyecto del cambio" y de conectar con la mayoría de la sociedad.

Cuando el presidente de la mesa, José Martínez Cobos, dio por clausurada la sesión de anoche, aún quedaba por intervenir la mitad de los 48 dirigentes socialistas que habían solicitado la palabra tras la intervención de Felipe González y la lectura del informe de gestión por parte del secretario de organización, Txiki Benegas.

Éste señaló que había que erradicar la "cultura de la coalición" para trabajar por ganar las elecciones con claridad para "evitar un Gobierno que vea hipotecada su actuación". El comité federal conoció la decisión de la ejecutiva federal de nombrar a Francisco Fernández Marugán responsable del futuro programa. La sesión continúa hoy.

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