La Pinilla, única estación cercana apta para esquiar gracias a la nieve artificial

Las inversiones de las administraciones regionales y locales de Segovia antes de la temporada de esquí han posibilitado que los madrileños practiquen este deporte cerca de casa. Mientras el fin de semana pasado Cotos, Valdesquí y Navacerrada tenían que cerrar por falta de nieve, la estación segoviana de La Pinilla (a una hora de Madrid, por la autovía de Burgos) acogía a 2.000 esquiadores gracias fundamentalmente a la reciente instalación de 103 cañones de nieve artificial.

Los cañones de nieve artificial, controlados por ordenador, entran a funcionar automáticamente cuando hay humedad y temperaturas Inferiores a los dos grados bajo cero, como está pasando estos últimos días. La inversión realizada, de 1.242,5 millones de pesetas, ha mejorado las infraestructuras y edificios, ha creado 1.500 plazas de aparcamiento para vehículos y 35 para autocares, y modernizado los remontes existentes. Asimismo se ha instalado uno nuevo de cuatro plazas, que evita la formación de largas colas. En total, los remontes tienen una capacidad de 8.900 personas por hora.1 Pero los beneficiarios no, son sólo los esquiadores, procedentes en su mayoría de Madrid. Las instituciones públicas segovianas saben que, a través de la promoción del esquí, la estación pasa a ser un motor del desarrollo económico y social de la zona más deprimida del noreste de la provincia de Segovia, donde la densidad de población es inferior a 10 habitantes por kilómetro cuadrado.

Esquí y renta por persona

Inauguradas,en 1968 por un grupo de aficionados al esquí, las instalaciones terminaron en manos de Bankunión, que decidió su cierre coincidiendo con la carencia de precipitaciones de nieve de los últimos años.Tras conocer un informe donde se recogían datos que destacaban la relación directa que existe entre las ubicaciones de una estación de esquí y el aumento de la renta por persona en los municipios donde está enclavada, se constituyó una sociedad, con un capital de 1.242,5 millones de pesetas, totalmente desembolsados, integrada por la Junta de Castilla y León y la Caja de Ahorros de Segovia, con un 41% de participación cada una; la Diputación Provincial de Segovia, con un 16%, y el Ayuntamiento de Riaza, con un 2%. Asimismo forman parte del consejo de administración sin participación en el capital la comunidad de villa y tierra de Sepúlveda, propietaria de los montes, y el Ayuntamiento de Cerezo de Arriba.

Independientemente de su aportación al capital social, tanto el Gobierno regional como la diputación han promovido importantes obras de infraestructura en la zona para mejorar los accesos desde la autovía del Norte (Madrid-Burgos) y desde el este de Castilla y León. La Junta aportó una subvención complementaria de 240 millones de pesetas, y la Administración central, a través del Ministerio de Economía, con ayudas de la Comunidad Europea (CE), concedió una subvención a fondo perdido de 169 millones.

Según el director gerente de La Pinilla, Rafael de las Heras, para este año existe el acuerdo institucional de desembolsar 500 millones de pesetas más, cifra que se volverá a repetir en 1994, por lo que el conjunto de las inversiones realizadas en La Pinilla con mayoría de capital público superará los 2.200 millones de pesetas al finalizar ese año.

Para De las Heras, a la vista de las cifras de esquiadores que se están registrando a los pocos días de abrir la estación -más de 2.000 personas cada domingo-, es la iniciativa privada la que debe actuar ahora, por ejemplo en la construcción de hoteles.

El Gobierno regional madrileño prepara en la actualidad un plan para el desarrollo de los municipios de la sierra de Guadarrama -que incluye también a la localidad segoviana de La Granja- en el que se pretende mejorar las instalaciones de las estaciones invernales y se plantea la utilización de cañones de nieve.

Este proyecto ha suscitado la protesta de las organizaciones ecologistas, que ya en 1989 apoyaron la prohibición de la nieve artificial en las pistas de Valcotos. La Asamblea de Madrid vetó hace cuatro años la utilización de cañones de propulsión de agua a baja temperatura, así' como la construcción de una urbanización de chalés al pie de las pistas de Cotos.