Juan Benet y la sequía

Muchas y muy buenas páginas se han escrito sobre la magnífica obra literaria de Juan Benet. Nada que objetar. Pero el buen hombre, además de escritor, era un brillantísimo ingeniero (al revés): "Juan fue un ingeniero de canales, presas y túneles, sus tres grandes amores" (EL PAÍS, Babelia, 9 de enero, J. A. Fernández Ordóñez). Mira por dónde, se ha ido a morir en el momento que media España padece los efectos de una terrible sequía, mientras que los ríos de la otra media vierten sus aguas al mar, con toda la que tiene. Y es el caso que me ha venido a la memoria aquel artículo publicado en EL PAÍS en el que el ingeniero Benet exponía la idea de comunicar de Norte a Sur y de Oeste a Este todas las cuencas fluviales de nuestro país, como el otro día recordara el mentado J. A. Fernández Ordóñez: "Fue un defensor de los grandes trasvases, de la creación de vasos comunicantes de los caudales que sobran en la cordillera cantábrica hacia el sur".Vaya, pues, este humilde escrito como reconocimiento al ingeniero, tan homenajeado como escritor: "J. G. Hortelano: "Para ti, el trabajo de ingeniero siempre ha sido tan importante como el trabajo de escritor". J. Benet: "No, mucho más". (EL PAÍS, Babelia, 9 de enero de 1993).