El ministro Borrell propone suspender riegos agrícolas en vez de cortar el agua en las ciudades

El ministro de Obras Públicas y Transportes, José Borrell, considera que es más razonable en estos momentos suspender el riego en algunas zonas agrícolas que despilfarran en lugar de cortar el agua en las ciudades. Estas restricciones beneficiarían a zonas urbanas con gran escasez. Los agricultores recibirían subvenciones en compensación. El anuncio del nuevo trasvase para Madrid ha provocado algunas reacciones contrarias en Ávila, de donde procederían los recursos. No obstante, el dinero adelantado por el MOPT (8.000 millones de pesetas) para esta obra lo pagará a plazos la Comunidad de Madrid.

"Existen técnicas de regadío muy despilfarradoras", declaró ayer Borrell a la cadena SER. "El regadío utiliza actualmente el 80% de los recursos acuíferos, frente al 15% que consume el abastecimiento urbano. Las restricciones en el riego evitarían la escasez que tienen algunos núcleos urbanos, pero eso plantea un problema: habría que subvencionar a los agricultores por las cosechas que dejarían de tener". Borrell reiteró que "el precio del agua en España -tercer consumidor de la OCDE- no refleja todavía los costes de producción".Tras difundirse que Madrid recibirá agua de embalses de Avila, ayuntamientos de esta provincia han expresado su oposición al proyecto. El alcalde de Cebreros, Pedro José Muñoz, ha criticado a la Junta de Castilla y León por no actuar ante la próxima decisión del Gobierno de invertir 8.000 millones en un nuevo trasvase de agua desde la cuenca del Alberche, en Ávila, hasta Madrid, para asegurar su abastecimiento. Otros 2.000 millones se invertirán en obras de emergencia para Sevilla, Cádiz, Ciudad Real y Murcia.

Muñoz, del CDS, critica el silencio de la Junta y se pregunta si este hecho tiene que ver con que el gran beneficiado es el Ayuntamiento de Madrid, gobernado por el PP, como el Ejecutivo castellano-leonés. Muñoz ha hecho referencia a las protestas de las comunidades de Aragón y Castilla-La Mancha para que no se trasvase agua de sus territorios.

El delegado de la Junta de Castilla y León en Ávila, Vicente Bosque Hita, cree que si hay que criticar a alguien, es al Gobierno central, que tiene las competencias en la distribución y gestión de los recursos hidráulicos del país. Bosque Hita, representante a su vez de la Administración autonómica en la Confederación Hidrográfica del Tajo, de la que depende el Alberche, ha recordado que este río ha abastecido a Madrid y a otras localidades cercanas a la provincia de Ávila, como San Martín de Valdeiglesias y Pelayos de la Presa. Según Bosque Hita, la Confederación del Tajo garantiza el abastecimiento de agua a las localidades abulenses que reciben suministro de la cuenca del Alberche, informa Carlos de Miguel.

Joaquín Leguina, presidente de la Comunidad de Madrid, dijo a este respecto que los proyectos para garantizar agua a Madrid se negociarán con las comunidades afectadas. Leguina se reunió ayer con Borrell y ambos acordaron comenzar inmediatamente la obra de la nueva conducción desde el embalse de Picadas, situado en la provincia de Madrid. Picadas se surte del pantano de El Burguillo y ríos de Ávila afluentes del Alberche. La obra se terminaría en octubre 3, la Comunidad de Madrid se hará cargo de la factura -8.000 millones de pesetas- para cuyo abono dispone de un plazo máximo de 25 años. Leguina aseguró que las obras de la conducción y la construcción de dos nuevas presas para Madrid no repercutirán en las tarifas del agua.

Entretanto, la Confederación Hidrográfica del Ebro anunció ayer que sus embalses albergan 4.902 hectómetros cúbicos de agua, una cantidad 29% superior a la de hace un año. El MOPT cifra las necesidades de abastecimiento urbano en España en 4.300 hectómetros cúbicos anuales, mientras la capacidad de embalse total a finales del año pasado era de 50 kilómetros cúbicos.

La Asociación de Empresarios del Agua presentará hoy un informe crítico sobre la gestión hidrológica del Gobierno. La asociación reúne a 17 agrupaciones sectoriales que reprochan al MOPT que está demasiado influido por técnicos partidarios de las presas como únicos instrumentos para la regulación del agua.