El grupo kuwaití espera ingresar 40.000 millones de pesetas por la venta del 38% de Ebro-Agrícolas
El grupo Kuwait Investment Office (KIO) espera obtener unos ingresos de 40.000 millones de pesetas con la venta de su paquete del 38% del capital de la empresa alimentaria Ebro Agrícolas, según han asegurado fuentes financieras.Esta cantidad, que implica una valoración próxima a las 2.000 pesetas por accción, se destinará a cancelar los créditos concedidos por el Bank of América y el Bilbao Vizcaya a otras empresas participadas por Torras, por un volumen total superior a los 11.000 millones y que tienen como garantía acciones de Ebro. La cantidad restante, siempre según las mismas fuentes, permitiría cancelar otros créditos de diferentes empresas del grupo.
El control de este 38% de Ebro ha desatado una intensa batalla legal. El viernes pasado, KIO dió a Credit Suisse-First Boston un mandato para agilizar la venta de ese paquete. Inmediatamente, Javier de la Rosa respondió con un requerimiento notarial en el que advierte a los kuwaitíes que tiene derecho de tanteo sobre esas acciones.
Fuentes financieras han reaccionado con escepticismo ante este anuncio por su falta de apoyo económico. El propio Javier de la Rosa reconoció ayer a EL PAÍS "no tener dinero para comprar este paquete de acciones", aunque aseguró que "hay un grupo de empresarios españoles dispuestos a ayudarme en este cometido".
Fuentes del grupo kuwaití dudaron de la efectividad real de este derecho de tanteo, puesto que estaba firmado por Jorge Núñez, miembro del anterior grupo gestor de KIO. Núñez es uno de los ex directivos del grupo kuwaití que aparecen en la querella contra el anterior grupos gestor de KIO. Esas mismas fuentes señalaron que será el juez que admitió a trámite las suspensión de pagos del Grupo Torras, José María Pereda, quien deba decidir sobre la supuesta venta de Ebro.
La batalla por el control de Ebro-Agrícolas tiene tintes personales. Un grupo de accionistas de la empresa azucarera, también encabezado por De las Rosa, pedirá hoy la dimisión de su presidente, Manuel Guasch, según manifestó ayer el inversor catalán.
Dimisión de Guasch
De la Rosa, que no quiso identificar al resto de los componentes de ese conjunto de accionistas, dice sentirse "traicionado por Guasch, puesto que ha estado conmigo desde 1984, cuando KIO adquirió ICSA, ocupando puestos de responsabilidad en el grupo".
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