La libra irlandesa se vuelve a acercar al mínimo permitido por el SME

La libra irlandesa volvió a registrar ayer una fuerte presión en los mercados, que llevaron su cotización cerca del mínimo permitido en su banda de oscilación en el Sistema Monetario Europeo (SME). La reciente subida de los tipos de interés hasta el 100% y las declaraciones del primer ministro de Irlanda, Albert Reynolds, en apoyo de su moneda, no consiguieron frenar la corriente vendedora de los inversores. Por su parte, el franco francés y la corona danesa iniciaron la semana en un clima de mayor tranquilidad que las sesiones precedentes, mientras que las bolsas europeas registraban un escaso volumen de negocio.Fuentes del mercado de Londres, citadas por Reuter, apostaban ayer por un inminente devaluación de la libra irlandesa, que rozó ayer varias veces el suelo de su banda de fluctuación frente al franco belga y el florín folandés, a pesar de que el Banco Nacional de Bélgica volvió a rebajar ayer sus tipos de interés del 8,6% al 8,5%. Según los citados expertos, el gobierno irlandés no podrá mantener tan altos los tipos de interés por mucho tiempo.

Además, las declaraciones efectuadas por su primer ministro no consiguieron frenar a los especuladores. Albert Reynolds defendió con firmeza la libra, descartó su devaluación y anunció la decisión de su nuevo gobierno de coalición de luchar contra los "piratas financieros" y mantenerse en su situación actual en el seno del SME. El optimismo por esta encendida defensa de la moneda irlandesa se disipó a media sesión, en que la presión volvió a hacer caer su cotización.

El resto de las divisas del SME se mantuvieron ayer estables y el dólar estadounidense perdió posiciones, aunque de forma moderada. En Madrid la peseta se apreció 92 céntimos frente al dólar en una sesión tranquila y cerró a 116,054 pesetas, frente a 116,983 del viernes. Contra el marco alemán no registró casi oscilación, fijando un cambio de 71,059 pesetas, frente a las 71,028 del viernes.

El mercado secundario de deuda pública española se mantuvo algo más animado que la semana pasada y los operadores hablaban de "optimismo contenido" a la espera de nuevos acontecimientos. Por el contrario, el mercado interbancario volvió a registrar tensiones en sus tipos de interés a corto plazo, por falta de liquidez. Una vez más, el Banco de España inyectó menos dinero del que solicitaba el mercado (700.000 millones, frente al billón requerido por las entidades), por lo que se llegaron a cruzar operaciones a un día hasta el 16%.