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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Los padres / varones separados

Quisiera entrar en este espontáneo debate que se está produciendo en la sección de Cartas al Director sobre las separaciones, y en particular sobre cómo que damos los padres / varones en las mismas.Y es que, realmente, hay un montón de aspectos en donde los varones somos tratados con un manifiesto agravio comparativo frente a las mujeres.

¿Cómo convencer de que los hijos no son patrimonio exclusivo de las madres y, por tanto, tampoco su custodia?

Los hijos son de todo aquel, hombre o mujer, padre o madre, que está a su lado desde el primer dodotis, el día de: su primera papilla, de su primer diente, de su primer suspenso, de su primer beso, de su primera regla... ; de aquel que les baña cada día, les enseña algo nuevo cada día, les da su sonrisa y su ternura cada día.... y muchos padres no queremos renunciar a estar ahí.

¿Cómo convencer de que la rubia de ojos azules" por la que con frecuencia se piensa que dejamos a nuestras mujeres o no existe más que en la fantasía de ellas para eludir la corresponsabilidad del fracaso o, si existe, aquello empezó cuando la pareja ya no era tal?

La realidad es que los padres separados tenemos una carga de soledad muy fuerte porque nos falta no sólo esa pareja que en su día lo fue, sino también todo el cariño y apoyo que recibimos de nuestros locos bajitos, ahora dosificado fin de semana sí, fin de semana no, y que fueron las propias mujeres las que nos enseñaron a valorar y disfrutar.

Pero es que además está el tema económico, por el cual sufragamos los gastos de nuestros hijos y los lujos de nuestras ex (en el caso de que ambos trabajen); como se sabe, pagamos incluso el mes de verano que los hijos están con nosotros, pero nadie cuenta el alquiler de otra casa que nosotros tenemos que hacer, ni lo que gastamos esas tardes y fines de semana, ni la diferencia entre coger una casa con dos habitaciones (para que ellos tengan la suya) frente a un apartamento, ni lo que nos cuesta montar otra casa desde la cama y el sillón hasta el cortauñas y la olla, mientras dejamos atrás nuestros discos, libros, cuadros, toallas, sábanas, juguetes de los niños, todo por los famosos gananciales (que pasan todos a ella).

En definitiva, que casi todos nosotros hemos tenido que hacer más horas o cambiar de trabajo para seguir viviendo dignamente.

Finalmente están nuestras familias. A las separadas no les falta nunca el apoyo y la ayuda de su familia... ¡y a veces la de la nuestra! A nosotros, que tenemos que empezar a cocinar, fregar, planchar, barrer, hacer la compra..., mucho más de lo que lo hacíamos antes (¡y seguir siendo padres y profesionales cumplidores!), poca gente nos echa una mano..., se presupone que nosotros no necesitamos apoyo ni ayuda.

Ojalá que todos estos agravios contra el varón separado vayan evolucionando tanto socialmente como judicialmente y, al menos en las separaciones de mutuo acuerdo, se llegue a la custodia y el tiempo compartidos al 50% y con acuerdos económicos mucho más equilibrados. Nuestros hijos nos lo agradecerán. Y también las propias mujeres, porque, afortunadamente, estamos condenados a volvernos a encontrar para tropezar otra vez en la misma piedra.-

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