La ciudad registró ayer un récord de contaminación
A finales de noviembre, la red automática municipal registró el récord del año. Ayer, el nuevo año puso el listón aún más alto. La utilización masiva de las calefacciones y la estabilidad atmosférica son las causas del aumento de la contaminación, que esta semana ha ido creciendo día a día. La zona alta de la Castellana fue la que sufrió los niveles más altos; de contaminación atmosférica de toda la ciudad.
La media de dióxido de azufre (SO2) registrado ayer en las 24 estaciones de la red automática fue de 145 microgramos por metro cúbico. El límite permitido por las ordenanzas municipales -situación de alerta- se sitúa en 200. El 24 de noviembre pasado, cuando se batió el récord de 1992, el dióxido de azufre estaba en los 125 microgramos.La emisión de partículas en suspensión también fue ayer más alta que en noviembre. De los 105 microgramos de entonces se pasó ayer a los 131. El límite establecido para este apartado [partículas en suspensión son las que emiten los coches y el tráfico pesado] está situado en los 150 microgramos por metro cúbico.Las zonas más contaminadas eran ayer el norte de la Castellana -en la estación situada en la plaza de Gregorio Marañón-, el barrio de Salamanca, Cuatro Caminos, la zona de Marqués de Vadillo y el paseo de Extremadura. Concretamente, la estación situada en la plaza de Gregorio Marañón fue la que registró los niveles más alarmantes, acercándose a los límites establecidos para una sola estación. En este punto hubo ayer 260 microgramos de dióxido de azufre y 199 de partículas en suspensión, cuando el límite está en 350 y 250, respectivamente.Este récord se establece al final de una semana en la que ha habido menos tráfico del habitual y con una fiesta de por medio. "El factor más contaminante son, con diferencia, las calefacciones", explica Francisco Moya, jefe de la red automática. "Estos días, y debido al frío reinante, las calefacciones están a tope, y además quedan muchas todavía de carbón, que son las peores".
No hay riesgo sanitario
En Madrid funcionan 6.800 calefacciones de carbón. Sólo 2.800 se han sustituido gracias a unas subvenciones municipales que decrecen cada año, lo que los socialistas vienen denunciando desde hace tiempo. Las ayudas para sustituir el sistema calefactor han descendido desde los 1.000 millones en 1990 a los 40 que se han presupuestado para este año.Moya advirtió ayer que no hay que ser alarmistas. "El límite establecido por el Ayuntamiento no es un nivel que pueda afectar seriamente a la salud", asegura. "Es un nivel molesto que puede perjudicar un poco a los que padezcan algún tipo de afección bronco-pulmonar, pero no es peligroso".
El fin de semana, como es habitual, el nivel de contaminación volverá a descender; pero el lunes, a la estabilidad atmosférica y la sequía vendrá a sumarse el denso tráfico, dificultado por los autobuses escolares. "Yo no me atrevo a poner una fecha, a decir que el miércoles o el jueves llegaremos al límite, porque los factores pueden cambiar radicalmente", dice Francisco Moya.
Las previsiones meteorológicas no son halagüeñas. Hasta mediados de la próxima semana no se espera que haya un cambio, informa Jorge Ron. Se ha llegado a esta situación tras 11 días de anticiclón y la inversión nocturna, un fenómeno que impide la circulación del aire de abajo arriba. Esta inversión nocturna significa que la capa de aire más fría se forma entre los 1.000 y los 1.500 metros de altitud, quedando el aire caliente arriba y abajo.
Mientras no haya cambios, se estima que la contaminación progresa en 10 puntos cada día laborable. Esta previsión, sin embargo, se rompió ayer, disparándose los niveles. En microgramos de dióxido de azufre se pasó en 24 horas de 134 a 145, pero en microgramos de partículas, de 105 a 131.
A partir de los 200 microgramos de SO2 y de los 150 de partículas, el Ayuntamiento, como ya está previsto de oficio, pondría en marcha en 24 horas una serie de medidas para rebajar dichos niveles. Éstas consisten en limitar el uso de las calefacciones de los automóviles.
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