Complicado equilibrio

La bolsa española continúa centrando su actividad en el volúmen de contratación, pero sin que éste tenga una influencia clara en las cotizaciones. La ausencia de algunos estímulos a medio plazo impide que el dinero acepte posiciones altas para los precios, lo cual está dando lugar a un estancamiento que sólo se rompe de cuando en cuando ante la presencia de algún dato importante.Ayer fue la caída de Wall Street la que frenó un intento de terminar la jornada con un avance de mediana importancia, aunque el susto no duró demasiado y el mercado recuperó su pulso habitual.Las apuestas del corto plazo -muy importantes desde hace un par de días- se han encontrado con un ambiente poco apto para aventuras, ya que la mayoría de los inversores prefiere esperar acontecimientos y resultados económicos antes de colocar su dinero en un mercado para el que no hay pronósticos positivos.

Entradas y salidas en el día y alguna que otra operación puntual es todo lo que ofrece en estos momentos la bolsa a unos inversores poco convencidos por la apariencia de solidez de estas primeras sesiones del año. El índice general subió al cierre un 0,02%, 4 centésimas, al tiempo que el Ibex 35 ganaba un 0, 16%.