Los alegres parroquianos del bar Modesto

La alegría desbordaba ayer el bar Modesto, conocido popularmente como Casa Caniecho y también por el apelativo de Bar de la Cultura. Es un local muy concurrido por los trabajadores de las minas de antracita de la zona. Algunos se enteraron de que eran millonarios a la salida del turno de la mañana, a las dos de la tarde.Además, casi todos los empleados de la oficina de Correos son clientes del bar y poseedores de participaciones del 76.372. El propietario, Luis Amago Arias, y sus dos hijos también resultaron agraciados. A uno de ellos, José Luis, le tocaron 41 millones. "Hay cientos de personas que adquirieron participaciones de 1.000 pesetas y sé de otros a los que les ha tocado 80 millones", explicó. Uno de los premiados, el minero José Manuel Campo, premiedo con ocho millones, mostraba su satisfacción y aseguraba que el gordo del Niño "permitirá mejorar la vida a mucha gente".

Los clientes del bar Modesto habían obtenido el reintegro de sus participaciones en el pasado sorteo de Navidad y decidieron seguir la tradición de reinvertir el dinero en la adquisición de nuevas series para el sorteo Niño.

"Los, cangueses somos muy alegres, y hoy, con más motivo. Ha sido mucho el dinero que ha tocado y además está muy repartido; se han beneficiado muchas familias", aseguraba María Ele na Maté, esposa del titular de la administración de Cangas. "El nerviosismo se palpa en la calle", relataba en su despacho el director de la oficina de la Caja de Ahorros de Asturias de Cangas del Narcea, José Luis Avello, que comparte con un amigo, propietario de una gestoría, un premio de 12 millones. A primera hora de la tarde los vecinos acudían a depositar a las sucursales bancarias de la localidad sus décimos y participaciones. Oros muchos, lo festejaban en la administración de lotería, y, por supuesto en el bar Modesto, donde varias decenas de clientes habituales -en su mayor parte, mineros- brindaban por su suerte. El establecimiento cerró las puertas. "Hay tanta gente que desborda nuestra capacidad", alegó José Luis, hijo del propietario.Hasta el último momento

Algunos décimos del segundo premio, que correspondió el número 57.075, se despacharon en Madrid hasta el último momento: la tarde del lunes, víspera del sorteo. Pero al final, las 28 series se agotaron. Un cliente del lotero Ángel Fernández se jactaba de poseer un décimo del segundo premio del Niño: un regalo de Reyes de 12 millones de pesetas. En una tienda de bolsos del Multicentro de Princesa, la vendedora Toñi Raboso, de 30 años, se felicitaba por haberse llevado un pellizco de 1,2 millones. "Una amiga vino a vistarme y compró tres décimos [un premio de 36 millones]; yo sólo me quedé con una participación de 500 pesetas", explicaba la dependienta -"soltera, pero con novio"- con precisión comercial.