La Ciudad de los Muchachos celebra su XXII aniversario

Con una recepción a los 15 nuevos ciudadanos y una gran fiesta, la Cemu (Ciudad Escuela de los Muchachos), de Leganés, celebró en la noche del jueves su XXII aniversario. Maya Ordóñez, responsable de comunicaciones de la Ciudad, señalaba que el entusiasmo en el desarrollo del sistema educativo en libertad y el afecto entre todos los que componen esta comunidad han marcado estos 22 años de vida del centro.Además de los miembros de la corporación municipal de la Cemu -todos niños y jóvenes internos- estuvieron presentes en la fiesta el alcalde de Leganés, José Luis Pérez Ráez; Rafa Sánchez, cantante de La Unión, y miembros de la familia Molina y del grupo musical que acompaña a Miguel Bosé.

Para la portavoz de la Cemu, este año de 1992 ha sido bueno, aunque se tuvo que hacer frente -"como siempre"- a problemas económicos. Como resultado positivo la portavoz destaca el Premio Naturaleza y Medio Ambiente del Ministerio de Educación y Ciencia, entregado el pasado jueves a los alumnos del centro escolar que han realizado un completo trabajo sobre reciclado de papel y recogida de pilas.

Academia-museo

Para el futuro, la Cemu se plantea crear una fundación dedicada a actividades artísticas, un centro que llevará el nombre del fundador de la ciudad-escuela, el arquitecto Alberto Muñiz. "Esta ínsula academia-museo se ubicará en unas instalaciones que se están construyendo anexas a la Cemu y en la que jóvenes con y sin ingresos podrán recibir formación sobre pintura, escultura, dibujo, arquitectura o fotografía".

Alberto Muñiz ha calificado esta idea de "emporio del arte", palabras que el fundador de la Cemu pronunció durante la presentación, esta misma semana, de su libro Convivencia, segundo tomo de la trilogía infantil con la que se propone realizar una Constitución para niños, con sus leyes, sus derechos y responsabilidades.

Alberto Muñiz manifiesta que un educador no puede actuar nunca como ofendido, y, al referirse al proceso al que se vio sometido por las denuncias de algunos menores, y del que salió absuelto, manifiesta que no tiene enemigos ni guarda rencor.

Para Alberto Muñiz, el mayor reconocimiento obtenido en estos 22 años de trabajo es el agradecimiento de un niño. 'Tos chicos me quieren, incluso los que a veces, se han podido mostrar como enemigos".