Las 750 celdas de Navalcarnero reciben a sus 100 primeros presos

La cárcel de Navalcarnero (Madrid IV) dejó de ser ayer una prision vacía. Cinco meses después de su inauguración oficial, en julio, Asuntos Penitenciarios insta ló ayer en ella a sus 100 primeros reclusos, mitad hombres y mitad mujeres. Sus 10 módulos y 750 celdas, en muchas de las cuales se han instalado literas, comenzarán a llenarse de forma escalonada en las próximas semanas, hasta completar una primera tanda de 500 internos.

Según fuentes del Ministerio de Justicia, del que depende Asuntos Penitenciarios, el retraso en la apertura de Navalcamero -en un principio se iba a producír en octubre- es una de las causas que han incidido en la dimisión de quien ha sido el primer director de este centro, José María Pérez Peña.

Los primeros 100 internos llegados ayer a la prisión de Navalcarnero procedían de Carabanchel, recinto penitenciario que en las últimas semanas venía sufriendo una saturación histórica de presos: alrededor de 2.500, según datos facilitados por fuentes de esta misma prisión.

La cárcel Madrid IV, que es su nombre oficial, albergará a internos clasificados en los distintos grados penitenciarios. Asuntos Penitenciarios tiene previsto utilizar también esta prisión para acoplar a reclusos madrileños que hoy cumplen condena en otras regiones porque en su día fue imposible albergarlos en las saturadas prisiones de Madrid.

Con la entrada en funcionamiento de Navalcarnero comienza, de hecho, el anunciado desmantelamiento de Carabanchel. El Ministerio de Justicia quiere que para 1995 Carabanchel haya dejado de existir por completo y vender el vasto solar que ocupa su recinto al mejor postor. El dinero que se obtenga servirá para financiar la construcción de otras prisiones, entre ellas la de Soto del Real.