El juez Garzón acude a la Dirección de la Guardia Civil para buscar pruebas contra agentes antidroga

El juez Baltasar Garzón acudió en la madrugada de ayer a la Dirección General de la Guardia Civil, donde se incautó de abundante documentación relacionada con los delitos en que supuestamente incurrieron los mandos de la unidad antidroga de¡ cuerpo al pagar a sus confidentes con parte de la mercancía que decomisaban. El juez Carlos Bueren también visitó ayer la sede de la Guardia Civil, a la que ha pedido que le envíe hoy más documentos. Han sido encarceladas ocho personas, entre ellas el comandante José Ramón Pindado, que ha ingresado en la prisión de Toledo.

El guardia civil Vicente Domínguez Serrano, ex agente de la Unidad Central de Investigación Fiscal y Antidroga (UCIFA), compareció el mes de junio del año pasado ante el juez Garzón y, arrepentido de los métodos de trabajo en los que él también había participado, formuló duras acusaciones contra sus jefes. "Ahora se ha acreditado que lo dicho entonces por Domínguez era cierto y Garzón decidió tirar de la manta el pasado viernes", explicó ayer Emilio Rodríguez Menéndez, abogado del agente.Domínguez, de 30 años, fue detenido el viernes en su domicilio y más tarde conducido a las dependencias de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil. Ayer noche prestó declaración ante Baltasar Garzón, juez de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, que decretó su encarcelamiento en la prisión militar de Alcalá de Henares, según fuentes jurídicas.

El agente interpuso al inicio de sus declaraciones una querella criminal en la que acusaba de prevaricación, falsedad en documento y tráfico de drogas a sus jefes (el comandante José Ramón Pindado, el capitán Jesús Narciso Núñez Calvo y el sargento Gonzalo Méndez Gutiérrez). También realizó similares imputaciones contra sus compañeros Manuel Márquez Aguilar, Indalecio Soriano Cuervo, Juan López Ledesma, Juan Carlos Vega Lastre, Miguel Rivero Santos, Miguel Ángel Sánchez Chica, Nazario Cifuentes Poveda, Juan José Esperanza Bastida, Félix Molina Jemes, Vicente Montoya Rodríguez, Manuel Fernández Burdalo, Francisco José Sánchez Martín, Luis Britos Fernández y Doroteo Gómez Porras.

Doroteo Gómez declaró el viernes ante Garzón y, además de inculparse a sí mismo, también acusó de complicidad a sus jefes y a otros compañeros. Al menos dos de los; guardias denunciados por Vicente Domínguez podrían seguir ahora su ejemplo y colaborar con el juez, ya que hace un año y medio tuvieron intención de secundar la postura de éste, "pero luego se echaron para atrás", según el abogado Rodríguez Menéndez. El. letrado dijo ayer que él y su compañera Alicia Moreno han recibido amenazas para que dejaran el caso.

Pagos a confidentes

El arrepentido Doroteo Gómez ha aportado grabaciones magnetofónicas realizadas subrepticiamente a sus mandos, en las que éstos supuestamente dejan traslucir que la Guardia Civil pagaba frecuentemente con droga a sus confidentes y, en otros casos, que parte de la mercancía se revendía en. su propio beneficio. Según las investigaciones, se ha verificado la entrega de al menos 16 kilos de cocaína y dos de heroína a confidentes en pago por sus servicios.

Según fuentes conocedoras de la investigación, hasta anoche habían sido encausadas 12 personas: seis, guardias civiles y seis paisanos. El comandante Pindado, el sargento Gonzalo Méndez y los guardias Vicente Domínguez Doroteo Gómez (que prestó declaración hasta las 11 de la noche de ayer) ya han ingresado en prisión. Otros dos agentes pasan hoy a disposición judicial. Además, Garzón ha ordenado el encarcelamiento de cuatro presuntos confidentes y la libertad bajo fianza de otros dos.

Según los mismos medios, entre los guardias que serán citados por Garzón están el coronel Arsenio Ayuso, ex jefe del Servicio Fiscal, y el teniente coronel Francisco Quintero, actual número dos de esta unidad. Se investiga a agentes de Andalucía.

El juez Garzón acudió en la noche del pasado domingo a la sede de la Dirección General de la Guardia Civil, en la calle de Guzmán el Bueno de Madrid, y permaneció hasta cerca de las cinco de la madrugada. Garzón se llevó consigo "un montón de papeles y un ordenador", según medios cercanos al caso.

Éstas mismas fuentes afirman que en tales documentos figuran las firmas del coronel Ayuso, el teniente coronel Quintero y el comandante Pindado, y presuntamente corroboran las declaraciones realizadas por los guardias arrepentidos. Fuentes de la Guardia Civil informaron que Ayuso se encontraba ayer tarde trabajando en su despacho.

Garzón, que ha ampliado en 10 días el actual secreto del sumario, ha pedido a la Guardia Civil la entrega de otros documentos y ha anunciado que cuando estén preparados, él mismo acudirá al despacho del director del cuerpo, Luis Roldán, para proceder allí a su examen.

Por su parte, el juez Carlos Bueren también ha requerido al instituto armado la documentación relativa a dos alijos, que deberá serle entregada hoy, martes, en la Audiencia Nacional.

Los confidentes que aparecen citados en este caso son Ramón del Temple Llopis, otros dos apodados los Dalton, un tal Jairo (de nacionalidad colombiana), otro apellidado Cruz Valverde y Luis Ezquerecocha, según medios jurídicos.