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La junta del 'Piramidón' exige que vuelvan a sus puestos los controladores de víveres

La junta de personal del hospital Ramón y Cajal exige la restitución inmediata en sus puestos de trabajo de los cuatro controladores de alimentos apartados en noviembre del servicio, después de que aparecieran dos ratones en una partida de huevos adquirida por el hospital.

Los 27 miembros que integran la citada junta -pertenecientes a los cinco sindicatos representados en el Ramón y Cajal- consideran que el gerente del hospital, Diego Caparrós, se ha irrogado funciones al apartar del servicio a los cuatro operarlos que vigilaban la entrada de víveres en el hospital.En opinión de la junta de personal, la única persona que puede adoptar esa decisión es el instructor que ha designado el Insalud para investigar lo ocurrido en la cocina del centro.

Los representantes sindicales del Ramón y Cajal, popularmente conocido como el Piramidón, consideran que los operarios actuaron correctamente cuando, el pasado día nueve de noviembre, denunciaron a la dirección del centro (dotado con 1.200 camas) la aparición de los roedores.

Guillermina Peragón, miembro de la ejecutiva de CC OO Sanidad y secretaria de la sección de este sindicato en el Ramón y Cajal sostiene que la decisión del gerente obedece "a una rabieta" porque el asunto "ha salido publicado en los periódicos".

Los roedores fueron descubiertos por el cocinero del centro el día nueve, aunque la partida de huevos -compuesta por nueve cajas- había llegado a la antecámara frigorífica de la cocina tres días antes. El gerente Diego Caparrós ha culpado a los supervisores de negligencia por no haber registrado minuciosamente, "como es su deber", sostiene, el contenido de las cajas.

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Guillermina Peragón declaró ayer, en referencia a esa supuesta negligencia: "Es imposible que cuatro personas puedan revisar uno por uno todos los artículos y víveres que llegan diariamente al centro. La labor de un controlador consiste, estatutariamente, en supervisar cualitativa y cuantivamente la entrada de víveres al hospital". Según CC OO es ahora, tras la medida adoptada por la gerencia, cuando en realidad se ha reducido el número de operarios adscritos a ese servicio. "En la actualidad, la labor de vigilancia la está desempeñando una única persona que, además, no tiene nada que ver con los controlarores".Peragón apoya la apertura del expediente informativo y es partidaria de que se depuren las responsabilidades oportunas, aunque advierte: "Lo ocurrido es algo totalmente infrecuente en el funcionamieto de la cocina del hospital, que recientemente ha sido reformada y disfruta de unas condiciones de higiene aceptables. Lo pacientes deben estar totalmente tranquilos al respecto", apostilla.

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