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La semana del sida creo inquietud en Madrid

Francisco Peregil

-De verdad que no me lo tragué, ¿eh? Tan sólo lo retuve mucho tiempo, lo escupí y después me cepillé los dientes. ¿Cree que me habré contagiado?Los doctores le respondieron que el riesgo es muy bajo, pero que no conviene realizar esa práctica con un hombre con anti cuerpos, aunque la posibilidad de contagio sea remota. Con el Día del Sida, esa mujer y otros miles tan desinformados como ella tal vez salvaron su vida; quizás, gracias a la alarma.

Algunos padres hablaban de gente extraña que arañó a su niña en la cara y preguntaban si podía haber riesgos. Esa posibilidad era inexistente, pero en muchos casos, la respuesta de los cerca de veinte profesionales, entre médicos, enfermeros y coordinadores del centro de salud Sandoval -en la calle del mismo nombre, cercana a la glorieta de Bilbao- era: "Pásese por aquí para hacerle unos análisis".

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Media hora emplean en practicar las pruebas y ocho días en entregar los resultados. No hay un centro para rehabilitar drogadictos o un bar de homosexuales en Madrid sin que alguno de sus parroquianos haya dejado su historial clínico en Sandoval.

Entre aquellas paredes se han efectuado 14.000 pruebas desde hace cinco. años. Algunos pacientes llegaban aquejados de verdadera paranoia. Era el caso de la chica que quiso hacerse los análisis cuando se enteró de los de Magic Jhonson, porque su novio jugaba al baloncesto también; otros acudieron maltratados por la sociedad, como el señor a quien en la Fundación Jiménez Díaz la enfermera quería tomarle la tensión con el jersey puesto para no contagiarse.

"Innecesario y absurdo"

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En una jornada normal acuden a Sandoval unas 15 personas para hacerse los análisis por primera vez; esta semana se presentaron más de cuarenta diarios, casi el triple. La causa directa fueron las innumerables informaciones periodísticas que aparecieron a raíz de la conmemoración del Día del Sida, el pasado martes. De innecesaria y absurda tacha el doctor Jorge del Romero, del centro Sandoval, la "alarma" que se ha creado sobre todo en personas que no ejercen prácticas de riesgo. De momento, según el especialista, el sida sólo ha afectado a capas muy concretas de la población.

Del Romero se apoya en un estudio elaborado en su centro: de los drogadictos que acudieron en los dos últimos años a Sandoval, el 50% estaba infectado; de los homosexuales que se sometieron a las pruebas-, el 24%, 3, de las prostitutas no drogadictas, el 3,6%. De los heterosexuales no drogadictos, sólo el 0,5% estaba contagiado, y eso cuando presentaban elevada promiscuidad sexual.

La información que aportaron tantos programas sobre el síndrome no siempre resultó eficaz. Hay parejas con un miembro contagiado que continúan haciendo el amor sin condones, a pesar de que uno de los dos se juega la vida en cada acto. ¿Por qué? Es muy duro cambiar de hábitos, aducen.

Manolo, un homosexual afectado por el síndrome, mantiene una postura crítica con la semana del sida. "Muchos programas pecaron de morbosidad; eso no anula los buenos testimonios de los enfermos, pero el sida. es un tema que se vende bien periodísticamente, y tanto sensacionalismo ha de evitarse. El otro día tuve que apagar la televisión cuando vi en Antena 3 la opinión de un hombre que me parecía patético".

Los días en que más afluencia registraron en Sandoval fueron los posteriores al programa de Mercedes Milá, el pasado martes. Los pacientes llegaban a las ocho y media de la mañana para que los atendieran a las dos de la tarde.

Carmen Ortiz, la responsable del centro municipal de Navas de Tolosa, 10, ha visto triplicado el número de llamadas al respecto durante toda la semana. La lista de espera -es obligatoria la cita previa- se alargó hasta enero. Ortiz no sabe por qué este año funcionó "tan bien" la conmemoración, y otros no, pero cree que nunca el Día del Sida despertó tanto interés entre la gente. "Desde octubre estaba viendo yo gente con el lacito rojo por Madrid. He participado en más conferencias y debates que nunca", aseguró.

Aparte de la comprensión y la tolerancia, las aportaciones materiales tampoco llegaron esta semana a la capital. El jefe del departamento de infecciosos en el hospital Gregorio Marañón, Emilio Bouza, cree que la "grandilocuencia institucional", con que se trató el tema no se ha reflejado en ayuda concreta: en el centro de Europa que más afectados por esta enfermedad acoge -cada mes, 100 nuevos pacientes-, sigue disponiendo de 22 camas, cuando, según él, se necesitan el doble.

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Sobre la firma

Francisco Peregil
Redactor de la sección Internacional. Comenzó en El País en 1989 y ha desempeñado coberturas en países como Venezuela, Haití, Libia, Irak y Afganistán. Ha sido corresponsal en Buenos Aires para Sudamérica y corresponsal para el Magreb. Es autor de las novelas 'Era tan bella', –mención especial del jurado del Premio Nadal en 2000– y 'Manuela'.

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