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Reportaje:LA REALIDAD VIRTUAL DE UNA CÁRCEL

Celdas con vistas al parque regional

Las obras de la cárcel de Soto del Real se realizan en turnos que cubren las 24 horas del día

Gabriela Cañas

Las tierras de la finca de los Cierros de San Bartolomé se mueven de noche y de día, Las obras de explanación del terreno se están realizando en turnos que cubren las 24 horas del día para que la cárcel de Soto del Real pueda estar construida en el plazo previsto: agosto de 1994. La nueva cárcel, que se situará a orillas del parque regional de la Cuenca Alta del Manzanares, ha conseguido movilizar en su contra a todos los políticos de la zona y a gran parte de la población, por considerar que el recinto penitenciario está demasiado próximo al parque regional, junto a pequeños municipios que viven fundamentalmente del turismo. Ante lo inexorable de unas obras que cumplen ya tres semanas, empresarios de Colmenar Viejo, colindante con Soto, han llegado incluso a proponer un lugar alternativo situado en su propio municipio.

La cárcel de Soto del Real es ya una realidad para los ordenadores del Ministerio de Justicia. Una foto de la zona, tomada desde detrás de la cárcel, con el objetivo mirando hacia el este, hacia el pantano de Manzanares el Real y la Pedriza, ha sido manipulada para simular sobre ella la situación de la futura cárcel, que, tras una última revisión administrativa, quedó reducida a la mitad: 1.200 plazas en vez de 2.400, y una torre de vigilancia de 40 metros en vez de dos de 70.Las obras de la cárcel comenzarón el 10 de noviembre pasado. El alcalde de Soto del Real, el centrista Eladio Navarro, expulsó a las excavadoras y precintó la finca, pero las obras pudieron reanudarse dos días más tarde gracias a la contundente actuación de la Guardia Civil, que detuvo a alcaldes y policías locales para desalojar los terrenos. Desde entonces, las obras continúan a un ritmo trepidante: turnos que cubren las 24 horas del día. "Ese ritmo continuará de la misma manera hasta el 30 de enero", explicaron ayer en Asuntos Penitenciarios. "Después comenzarán las obras de cimentación en turnos normales, porque son difíciles de hacer por la noche".

El plazo de ejecución marcado por el Ministerio de Justicia es de 21 meses, lo que significa que, de seguir así, el nuevo centro penitenciario debería estar terminado en agosto de 1994.

Pero los alcaldes y vecinos de la zona no se dan por vencidos. Esta misma tarde hay una manifestación ante la sede del Ministerio de Justicia para seguir protestando por una ubicación que ha rechazado incluso la Asamblea de Madrid. "Estamos a la espera de muchas cosas pendientes", explica el alcalde de Colmenar Viejo, Juan Manuel Mansilla, del Partido Popular, cuyo núcleo urbano estará a 10 kilómetros del penal. "Presentamos en su día un recurso administrativo contra la decisión del Consejo de Ministros, hay una denuncia por las detenciones del día 11, una queja ante el Defensor del Pueblo y otra denuncia ante el Parlamento Europeo, de la que nos dicen que habrá respuesta este mismo mes".

"A nosotros nos parece que los políticos no están haciendo lo suficiente", dice Evaristo Pozas, de la Asociación Vecinal de Manzanares el Real. "Los políticos están más preocupados de conseguir votos que de luchar por los intereses de los vecinos. No entendemos, por ejemplo, por qué no se ha iniciado un interdicto de obra para paralizar los trabajos inmediatamente".

"Se está estudiando iniciarlo", explica Mansilla, "pero nuestros letrados no lo ven demasiado claro, ya que hay ¡legalidades en ese proyecto, pero no hay ninguna recogida en el Código Civil". "Si pierdes un interdicto de obra ya no hay vuelta atrás", añade Eladio Navarro, alcalde del Soto del Real, que apostilla: "No queremos perder cartuchos en esta batalla".

En un intento ya casi desesperado por cambiar los planes administrativos, la Asociación de Empresarios y Autónomos de Colmenar, Viejo hace su propia propuesta: presentar al Ministerio de Justicia un lugar alternativo en el propio municipio de Colmenar. La propuesta, enviada al alcalde de Colmenar para que éste a su vez la haga suya, consistiría en construir la misma

cárcel en una zona próxima a la autovía de Burgos, aunque dentro del término municipal de Colmenar, en el que hay una amplia zona industrial.

"Evidentemente, y debido al impacto negativo que la instalación de la macrocárcel implica, se deben negociar con el Gobierno central diversas aportaciones por parte de éste al Ayuntamiento de Colmenar Viejo", dice el escrito de los empresarios.

Actitud insolidaria

El alcalde de Colmenar, sin embargo, no quiere hacer suya una propuesta de este tipo, actitud que desde la Comunidad de Madrid se ha calificado más de una vez de insolidaria. "Se les ha pedido a los alcaldes de la zona que propusieran un lugar alternativo, lo que nunca han hecho", ha explicado Oswaldo Román, viceconsejero de Política Territorial. "Resulta dificil de creer que entre ocho municipios no haya una sola zona donde ubicar una cárcel"."Lo primero que hay que decir es que los señores del Ministerio de Justicia [departamento al que pertence la Secretaría de Asuntos Penitenciarios] nunca se: ha sentado con nosotros a negociar nada", dice el alcalde Mansilla. "Siempre nos han convocado para intentar convencemos de lo bonita que es la cárcel. La segunda cuestión es saber por qué el norte de Madrid han de ser exclusivamente estos ocho municipios de la sierra. Hay lo menos un centenar. Y, por último, ¿quiénes somos nosotros para decidir dónde ha de ir esa cárcel? No es asunto nuestro saber cuál es el mejor sitio. Lo que ha de quedar claro es que estamos abiertos a negociar lo que sea".

La cárcel de Soto del Real forma parte del Plan de Amortización y Creación de Nuevos Centros Penitenciarios puesto en marcha, a escala nacional, por el Ministerio de Justicia. Dicho plan prevé la construcción en cinco años de 20 nuevas cárceles. Los dos recintos recién inaugurados en el sur de Madrid, en Navalcarnero, y Valdemoro, no pertenecen a dicho plan porque son proyectos anteriores. Ambas cárceles, junto con la de Soto, harán posible el proyecto de Asuntos Penitenciarios de cerrar Carabanchel.

Según informó ayer la portavoz de Asuntos Penitenciarios, el traslado definitivo de reclusos a la cárcel de Navalcarnero se cumplirá hacia mediados de este mes. La de Valdemoro, inaugurada hace tres meses por el ministro de Justicia (Véase EL PAÍS del 1 de diciembre), no empezará a funcionar hasta el 1 de febrero. La cárcel de Soto del Real, a 45 kilómetros de Madrid en dirección norte, es un cuadrado de 350 metros de longitud (122.500 metros cuadrados) en el que habrá 1.200 plazas.

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Sobre la firma

Gabriela Cañas
Llegó a EL PAIS en 1981 y ha sido jefa de Madrid y Sociedad y corresponsal en Bruselas y París. Ha presidido la Agencia EFE entre 2020 y 2023. El periodismo y la igualdad son sus prioridades.

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