Teléfonos públicos y tarjetas

Leo con sorpresa en este apartado la falta de comprensión hacia las medidas que Telefónica toma para evitar, en lo posible, el vandalismo que sufren las cabinas.El llamado dinero de plástico es el único que posiblemente subsistirá en el futuro, aunque reconozco que yo misma he sido reacia a admitirlo, resistiéndome a él en todas sus formas.

En la mayoría de los países desarrollados se paga con tarjeta absolutamente en todos los establecimientos, incluidas las gasolineras, no atendidas por personal alguno, y, por supuesto, los teléfonos públicos.Entiendo que es una cuestión de mentalizarse a utilizar una tarjeta para llamar por teléfono, y si ello conlleva un mejor servicio, coloquemos esta tarjeta al lado del bono-bus, el bono-metro y las tarjetas de los grandes almacenes y, ¡por favor!, quejémonos de lo que verdaderamente debemos quejarnos y seamos comprensivos con la evolución de los tiempos.-