El Madrid trata de impedir el desplazamiento de sus 'ultras' por primera vez en la temporada

El Real Madrid, por primera vez en lo que va de temporada, trata de impedir el desplazamiento de sus ultras, que no han obtenido facilidades del club para viajar a Cádiz. Esta actitud es la consecuencia de la presión de la Comisión Antiviolencia. Pero Mendoza ha respondido con indignación: "No los financiamos, sólo los canalizamos [a los ultras]", dice, "de forma que estén controlados. Ahora se acabó la historia. Ellos irán por su cuenta. Queremos evitar cualquier responsabilidad y advertimos del peligro que esto supone". Todos los encuentros disputados por el Madrid fuera de casa han sido declarados de "alto riesgo" por la policía. El de hoy ante el Cádiz (21.00, autonómicas y La 2) no es una excepción.

Ramón Mendoza manifestó ayer a este periódico: "Me parece un disparate acusar a los clubes de los incidentes que provocan los ultras. No los financiamos, sólo los canalizamos. Les conseguimos las entradas, que ellos pagan, y les facilitamos el viaje a su lugar de destino de forma que estén controlados. Pero después de las manifestaciones de Cortés Elvira [presidente de la Comisión Antiviolencia] nos hemos visto obligados a cambiar. Son acusaciones infundadas y falsas contra los clubes. Es un disparate. Es lamentable que por culpa de estas situaciones vayan descontrolados. Con estas medidas se rompe nuestra canalización. Ahora se acabó la historia. Ellos irán por su cuenta, unos en coche, otros en autobús, y sin entradas. Queremos evitar cualquier responsabilidad nuestra y advertimos del peligro que esto supone".El grupo Ultra Sur, peña violenta del Real Madrid, pasa por momentos delicados. Sufrió hace unas semanas una escisión interna -un sector pacífico del grupo formó uno nuevo, Orgullo Vikingo, en el fondo contrario, con unos 200 miembros-; centra las investigaciones de la Comisión Antiviolencia -el Madrid es el único club que convierte todos sus encuentros a domicilio en partido de alto riesgo-, y se ha quedado ahora sin facilidades de financiación -el propio club ha tratado de impedir su desplazamiento a Cádiz-.

A pesar de esta falta de ayuda, un grupo de ultras tiene previsto acudir hoy a Cádiz. Este extremo fue confirmado ayer por un portavoz del club gaditano: "Nos han dicho que van a venir 108 desde Madrid". Un portavoz policial mostró igualmente su "gran preocupación" por la posible presencia de grupos incontrolados en el estadio Ramón de Carranza. Estos aficionados violentos, según la información facilitada por fuentes policiales, viajan a Cádiz sin entradas, aunque un reponsable del club andaluz precisó: "Si vienen, los situaremos en el fondo sur". De cualquier manera, parece que va a ser muy difícil controlar a los ultras que viajen de forma individual.

Pero hay una serie de circunstancias que aconsejan a los ultras no excederse: el 20-N, las investigaciones por el asesinato de la dominicana Lucrecia y las malas relaciones del grupo con las peñas ultras del Cádiz. Por añadidura, el ministro del Interior, José Luis Corcuera, verá el partido en el palco.

La taquilla

Por lo demás, el club cadista pretende aprovechar el taquillaje de este encuentro, que estima en unos 23 millones de pesetas más los ingresos por la retransmisión televisiva, para obtener los recursos necesarios que sufraguen los costes del fichaje de un delantero brasileño, según informa Antonio Yélamo. De esta manera pretende el club andaluz encontrar al goleador que necesita.

En el apartado deportivo, el Madrid (2º, con 15+5) persigue su tercera victoria consecutiva a domicilio, mientras que el Cádiz (18º, con 6-4) busca su primera en casa. La preocupación de Benito Floro, el entrenador del Madrid, se encuentra en el estado del terreno de juego. Vuelve al equipo Sanchís.