La madre del joven muerto por un agente llega al juicio entre psiquiatras

María Ciudad, la madre de José Manuel Santarem, el joven que murió en 1990 de un disparo efectuado por un guardia civil en Collado Villaba, afrontará a partir de mañana el "esperado" juicio. Han pasado 19 meses "y se encuentra peor que el primer día", manifestó ayer su marido. "Sufre depresiones y está bajo tratamiento psiquiátrico".

María Ciudad tendrá que volver a enfrentarse mañana, en la Audiencia Provincial, con el trágico suceso. Allí se juzgará al guardia civil José María del Río Cárdenas, acusado de la muerte del joven José Manuel Santarem Ciudad, de 23 años, que falleció como consecuencia de un disparo en el cuello en la madrugada del 7 de abril de 1990. José Manuel se encontraba celebrando su despedida- de soltero.

El padre de la víctima dijo ayer que continuaba recordando a su hijo. "Es lo único que no podemos volver a tener", dijo. Añadió que esperaba "que se hiciera justicia para Del Río y para los otros guardias implicados en el suceso.

El ministerio fiscal ha solicitado 27 años de cárcel para el presunto autor del disparo. El letrado de la familia, Juan Aguirre Alonso, que se hace cargo de la acusación particular, y el de la acción popular, Carlos Vila, que sustituye al fallecido Fernando Salas, piden 30 años de reclusión mayor porque se trata de un delito de "asesinato con alevosía".

Discusión trivial

Los hechos se desarrollaron de madrugada en las puertas del pub Joloki, en Collado Villalba. El grupo de amigos de Santarem y el de Del Río, acompañado por los guardias civiles José Sánchez, Manuel Polo y José Luis Ramos, coincidieron en la puerta del establecimiento. Allí se inició una discusión trivial sobre quién debía llevar a su casa a la joven Ester Ruiz, que al parecer se había unido al grupo de José Manuel.Los guardias declararon en el Juzgado de Primera Instancia de Collado Villalba que Ester Ruiz había estado "insinuándose" mientras bailaba. "Una de las veces se colocó en una posición más insinuante que las anteriores", relató Del Río. Después, según se desprende del sumario, la. besó "sin que por parte de la misma efectuara gesto alguno de desprecio o disgusto". Ester negó estos hechos en el Juzgado de Villalba.

El guardia civil Sánchez aseguró que la discusión comenzó cuando, "sin mediar palabra", Juan Manuel "le pegó dos puñetazos" al guardia Polo Grajera. Del Río declaró que el arma se disparó fortuitamente "a causa de los empujones y forcejeos". Los guardias, destinados en Vitoria, habían efectuado un traslado a la cárcel de Carabanchel y decidieron después pasar la noche en Collado Villalba, donde residen los padres de Del Río.