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Garzón, apartado de la investigación de un atentado con presunto apoyo de Al Kasar

Un auto de la Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, presidida por Francisco Castro Meije, ha privado a Baltasar Garzón, titular del juzgado número 5 de dicha audiencia, de la competencia para seguir investigando la participación de Monzer Al Kasar en el asesinato frustrado de Elías Awad en Madrid en 1984 por Kamal Gawad Ghazoul, del grupo terrorista Abu-Abbas. El auto no ve atribuible el atentado a banda armada, lo que causa consternación y malestar en medios de esta investigación de Garzón y la fiscalía.

El auto choca frontalmente con todos los elementos probatorios acumulados en la investigación de Garzón, citados en su auto de procesamiento y en escritos de la fiscalía. La decisión de la sala ha causado hondo malestar en medios de la investigación llevada a cabo por Garzón y la fiscalía, por entender que echa por tierra años de pesquisas y comete'e1 absurdo de convertir en delito común un atentado. Paradójicamente, el escrito que no ve elementos nuevos para atribuir el atentado a banda armada, sí admite que el agresor reconoció que en 1984 "fue enviado a Jordania, donde se adiestró en el manejo de armas ligeras; en Rusia fue adiestrado en el manejo de armas antiaéreas", y que pertenecía a grupos islámicos. Abu-Abas es una escisión de la OLP.Incluso, un miembro de la citada sección, ha emitido un voto particular contra dicho auto, por entender que "separar ahora los hechos, algunos de los cuales difícilmente podrán serlo, ocasiona indudables problemas" y podría "conducir a situaciones absurdas". Este despiece de investigaciones, supone que la Audiencia Provincial de Madrid investigue el atentado contra Awad; Garzón haga lo propio con el secuestro del buque Achille Lauro -en el que se asesinó a un rehén- en 1985; mientras que juzgados ordinarios se encargarán de tratar sobre tenencia ilícita de armas -con destino a grupos terroristas, según Garzón- y falsedades de todo tipo. De este modo, según fuentes de la investigación, se pierde la conexión de estos elementos que tienen como punto común a Al Kasar, que suministró presuntamente armas, dinero, informaciones o cobijo para cometer atentados.

Los abogados de Al Kasar anunciaron ayer que recurrirán el auto de procesamiento dictado por Garzón, una vez que la audiencia le ha declarado incompetente para seguir instruyendo tres de las cuatro causas contra el ciudadano sirio.

El auto de procesamiento dictado por Garzón contra Al Kasar es diáfano sobre la relación de este traficante de armas sirio con el grupo terrorista Abu-Abas. A través de una cuenta compartida con Abu-Abbas en Marbella, del BBV, Al Kasar suministró a dicho terrorista 237.000 dólares (unos 24 millones de pesetas).

Cobijó en su casa marbellí tanto a Abu-Abas como al militante Zaki Helou. Pagó los gastos del alejamiento del comando que debía asesinar a Awad, considerado confidente de Israel. Facilitó la pistola para la acción, una Sig-Sauer. Al Kasar llamó dos veces desde Viena al hotel donde se alojaba Awad "para comprobar que seguía en Madrid".

Prueba de que no era una acción de incontrolados o espontáneos es que tras fracasar el asesinato de Awad -quedó con parálisis total-, Abu-Abas envió a otro activista a Madrid en noviembre de 1984, Yousef Ahmed Saad, con el Fin de rematar al que creían confidente del Mosad.

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Este terrorista fue detenido en los apartamentos que compartía con Gazhoul antes de ejecutar sus planes. El autor material del atentado recibió dinero de Al Kasar. Éste facilitó los fusiles Kalasnikhow con los que Abu-Abas secuestró el Achille Lauro.

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