La joven herida por un policía tiene que pagar de su bolsillo las medicinas
Un policía disparó contra Eva Acevedo hace un año. Estaba con su novio en un lugar apartado en Boadilla del Monte y vieron aproximarse una luz de linterna. Asustados, creyendo que se trataba de ladrones, arrancaron rápidamente su coche. Los ladrones resultaron ser un policía y un guardia civil, que les dispararon. Eva resultó herida en un pulmón. El autor de ese tiro aseguró más tarde que había disparado al aire para que se detuvieran. Un año después, el juicio aún no se ha celebrado, Eva sigue la recuperación y ha de pagarse las medicinas de su bolsillo.
Eva Acevedo, de 22 años, recibió el alta del forense a finales de octubre. Ella sigue sufriendo, sin embargo, los efectos de la bala que le atravesó el pulmón hace un año. Le han quedado cuatro cicatrices de recordatorio, dolores constantes en el pecho y la espalda, una capacidad pulmonar disminuida y las pesadillas que le asaltan regularmente por la noche.El disparo lo recibió Eva Acevedo por la espalda, en plena noche, cuando viajaba en el asiento posterior del coche que conducía su novio, tratando de huir de los supuestos ladrones. Era el 21 de octubre de 1991.
Eva tuvo que dejar sus estudios de secretariado internacional para emprender una lenta y dolorosa recuperación física y psíquica. "Cuando me sacaron la bala, me mandaron a casa. Pero tuve que volver al hospital porque no podía mover los brazos ni las piernas. Me operaron una segunda vez para sacarme las esquirlas metálicas y óseas que tenía en el canal de la médula", cuenta. No ha olvidado cómo le pincharon los pies, en la última operación para ver si los sentía. Permaneció un mes en una silla de ruedas.Eva confiesa que durante mucho tiempo le dolió todo tanto que hasta la gente o el ladrido de su perro le hacían daño. Sufrió una fuerte depresión y empezó a recibir tratamiento psicológico.
El fin de la carta blanca
A Eva le dijeron las autoridades que tenía carta blanca para todo lo que necesitara, pero en agosto tuvo que dejar de ir al psicólogo por falta de dinero. "El psicólogo me dijo que no siguiera viniendo porque le debían mucho dinero" [se supone que el seguro de la Dirección de la Policía dejó de pagar, pero las fuentes oficiales consultadas no supieron ofrecer ninguna explicación confirmada]. La familia Acevedo está pagando asimismo la piscina a la que acude tres veces por semana como parte de la rehabilitación, y también los médicos y las medicina. La abogada de Eva, Rocío Utrera, espera que el juicio se celebre dentro de tres o cuatro meses. "Las diligencias penales estaban pendientes del alta médica", para operar ya con el dato oficial de los días que tardó en curar.En la Jefatura de Policía de Madrid no quieren aclarar si José Luis G. G., el policía que disparó el tiro que hirió a Eva Acevedo, sigue en activo o ha sido retirado temporalmente del servicio.
El agente de la Guardia Civil que acompañaba aquel día al policía nacional, Juan G. F., continúa en su puesto.
Mientras espera que se celebre el juicio, Eva ha reanudado sus estudios y ha empezado a buscar un trabajo de media jornada. "Lo tengo difícil porque la situación laboral no está bien, yo me canso enseguida y no me ayuda el haber estado de baja". Su mayor deseo es que se haga justicia. "Yo era una persona muy activa y ahora estoy como una vieja". Aún le queda el largo camino judicial.
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