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Los periodistas catalanes critican la conversión de la información en espectáculo

Milagros Pérez Oliva

La creciente tendencia a convertir la información en espectáculo, la dificultad de manejar el ingente volumen de noticias que llega a as redacciones desde fuentes remotas y la contaminación de los géneros periodísticos con fórmulas sensacionalistas son las tendencias más preocupantes del periodismo actual, según coincidieron ayer diveros ponentes del II Congreso de Periodistas Catalanes que reúne en Barcelona a más de mil profesionales. El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, destacó en el acto de inauguración la importancia de que la profesión periodística adopte en este congreso su primer códido deontológico.

"Una prensa sana que haga un esfuerzo de objetividad, de ejercicio ético de la profesión, es un elemento esencial de la salud democrática de cualquier país. Vuestra iniciativa contribuirá a elevar el nivel de exigencia de toda la sociedad y será un punto de referencia para otros colectivos", dijo Jordi Pujol.La jornada de ayer, destinada a analizar las nuevas corrientes en el ejercicio del periodismo, reveló la preocupación de los profesionales por la creciente tendencia a la espectacularidad en los medios de comunicación. "La espectacularidad es un sensacionalimo clandestino, y se está colando en los medios de comunicación". Con esta frase se refirió Romà Gubern, experto en comunicación, a la creciente contaminación de los géneros periodísticos con fórmulas que combinan la espectacularidad o el morbo, especialmente evidente en los medios audiovisuales. "Hace poco, los periódicos publicaron, como una noticia más, la emisión del primer desnudo integral por la televisión norteamericana. Poco antes, otra cadena de aquel país retransmitió en directo la ejecución de la pena de muerte de un preso en el Estado de California. No son hechos aislados. Son el ejemplo de una tendencia preocupante. Las televisiones norteamericanas han perdido casi un 40% de audiencia en los últimos anos y están intentando recuperarla mediante el erotismo y el sensacionalismo", dijo Gubern.

José Ramón González Cabeza, subdirector de La Vanguardia, destacó la dificultad de manejar adecuadamente el ingente volumen de información que llega constantemente a las redacciones desde todo el planeta. "Los centros de poder se alejan cada vez más del periodista, de modo que su capacidad de incidir sobre las fuentes es cada vez menor", dijo. La tendencia a la espectacularidad proviene de un enfoque equivocado del papel profesional: "El periodismo debe aspirar a integrar a los individuos en su entorno social ofreciéndoles información suficiente, depurada y útil sobre lo que sucede", dijo. Cuando se pierde de vista este objetivo, se cae en la tentación de ofrecer una mera mercancia para el consumo. "Los periodistas no debemos dirigirnos a los instintos de consumo del receptor, sino a su inteligencia", concluyó.

La capacidad de incidencia de los periodistas sobre su propio ejercicio profesional depende, según Jens Linde, presidente de la Federación Internacional de Periodistas, de su capacidad de cohesionarse como colectivo. La disgregación profesional y la tendencia al individualismo dificultan, según Linde, la adopción de mecanismos de defensa frente a las presiones externas y frente a las grandes corporaciones multimedia.

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