Una señora vivía con 20 gatos malolientes en su casa
Los vecinos del número 3 de la calle de Guzmán el Bueno llevaban meses impregnados de olor a excrementos de gato. El hedor procedía de una veintena de felinos acogidos por una mujer de edad madura que habita en el primero derecha.Ayer, después de varias denuncias vecinales, funcionarios municipales se llevaron a los mininos. También limpiaron la vivienda, que, según los agentes, estaba llena de excrementos animales y sin fluido eléctrico.
Elena S., la dueña de los animales, permaneció parte de la mañana sentada en un sillón, en el descansillo de la escalera. "Los gatos son míos y no me los pueden quitar, voy a querellarme y a consultar a abogados", manifestaba indignada. Hace un año, este argumento le sirvió. Entonces, la Junta de Moncloa retiró de su domicilio una treintena de gatos y muchos kilos de basura. Una vez limpia y desinfectada la casa, los felinos le fueron devueltos ante el estupor de los vecinos.
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