Los concejales cavan trincheras
Las crisis superpuestas que convulsionaron al Ayuntamiento la pasada semana han dejado heridas abiertas en los concejales de José María Álvarez del Manzano. Las relaciones entre los ediles se han deteriorado tras participar, voluntariamente o no, en conspiraciones políticas. Todos aprovecharon la marejada para intentar el intercambio de concejalías y conquistar cuotas de poder."Ha sido una semana muy difícil por el bombardeo al que hemos estado sometidos desde dentro y desde fuera". Los concejales hablan de la situación del grupo del PP con lenguaje bélico. No es para menos. Se ha intentado descabezar la primera tenencia de alcaldía, convertir la Gerencia de Urbanismo en una superconcejalía, agrupar Sanidad, Cultura y Circulación en otras áreas, permutar ediles, jubilar a otros. Y mientras, algunos presidentes de junta se preparaban para saltar a alguna concejalía de área. "He acabado la semana con la espalda agujereada", relataba una de las presuntas víctimas.
¿Quién es el cerebro de tal operación? "No hay un cerebro, hay 30 [número de concejales del PP] y todos diciendo que cuentan con el apoyo de Génova [calle de la sede nacional y regional del partido]", comentan en el Ayuntamiento. "Todos están tratando de no perder cuotas de poder tras el recorte de los presupuestos".
El disgusto de la cúpula del PP por el incumplimiento del alcalde de la promesa de congelar los impuestos dio origen a la polvareda que alentó los movimientos soterrados. Algunos sí estaban alentados por el propio alcalde, que había planeado fusionar Sanidad y Servicios Sociales. Para compensar a Simón Viñals, concejal dé Sanidad, el alcalde le había -organizado la presidencia del programa Ciudades Saludables. También quería prescindir de Cultura aunque no tenía claro qué hacer con su concejal, Pedro Ortiz.
Pero el alcalde decidió paralizar cualquier reestructuración ante la avalancha que le cayó encima. Y el alcalde suele hacer lo contrario que se le sugiere en los papeles para no pecar de falta de personalidad. ¿La operación más maquiavélica? La sustitución del primer teniente de alcalde, Luis María Huete por José Ignacio Echeverría, concejal de Urbanismo. Esta concejalía se convertiría en una superárea con Obras y parte de Circulación, que dirigiría Enrique Villoria (responsable de Obras), con apoyo de algún concejal de distrito. Hace tiempo, Génova sentenció a Huete, pero la operación. pecó ahora de inoportuna. Llegó antes de tiempo.
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