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Las lluvias traen mucho optimismo, pero pocos litros

Las restricciones aplicadas desde el pasado mes de mayo en el servicio de agua -el ahorro doméstico y la prohibición de regar parques y jardines no históricos- seguirán en vigor al menos hasta finales de noviembre en la región.Las lluvias caídas de los últimos días han servido para levantar el optimismo en el inicio del nuevo año hidrológico, y para devolver a los embalses, desde el pasado viernes, más agua de la consumida.

Desde el viernes y hasta la mañana de ayer las lluvias aportaron a los embalses del Canal de Isabel II un total de 5,3 hectómetros cúbicos, una cifra similar a la que los habitantes de los municipios a los que suministra el Canal consumen en tan sólo cuatro días. Por tanto, se han ganado un día entero de consumo y 1,1 hectómetros cúbicos de agua.

Los responsables del Canal de Isabel II se muestran esperanzados, pero no quieren adelantar acontecimientos. En Madrid, históricamente, los meses que registran mayor cantidad de precipitaciones pluviométricas son precisamente noviembre y febrero. En el Canal, por tanto, no se tomará ninguna decisión para eliminar las restricciones hasta que termine el próximo mes y se compruebe el nivel real de las aportaciones del mes más lluvioso.

Restricciones

El organismo que abastece de agua a la región estima que para no aplicar restricciones sería necesario que los embalses estuviesen a la mitad de su capacidad (unos 500 hectómetros cúbicos de agua embalsada). En estos momentos los embalses del Canal están al 32% de su capacidad (297 hectómetros cúbicos) cuando el año pasado, en estas fechas, alcanzaban el 50%.

En la actualidad, un tercio del agua que abastece a la Comunidad de Madrid es bombeada desde el río Alberche a través del embalse de Picadas. El Canal también utiliza aguas subterráneas, aunque no ha indicado el volúmen de agua extraído de estas reservas.

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El Canal cree que el peligro de sequía habría pasado si lloviese de forma esporádica en los próximos dos meses o muy intensa en dos o tres semanas.

El año hidrológico 1991-1992, que terminó el 31 de septiembre, ha sido el segundo más seco del siglo. Los embalses recibieron durante ese periodo 221 hectómetros cúbicos de agua, cuando la media anual del siglo se sitúa en torno a los 900 hectómetros cúbicos.

Madrid consume agua con auténtica voracidad. Se calcula que en el último año hidrológico el consumo fue de 534,1 hectómetros cúbicos, lo que supone el 60% de las aportaciones de lluvia habituales.

Las medidas decretadas para paliar la falta de agua han provocado un ahorro, de mayo a septiembre, del 24% respecto al mismo periodo del año anterior. Mientras, en el pasado año hidrológico el ahorro fue del 7%.

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