Absueltos dos detenidos con un kilo de hachís por considerarse consumo propio

La Sección Cuarta de la Audiencia de Sevilla ha absuelto a dos ciudadanos talianos residentes en Sevilla de un delito contra la salud pública por considerar que el kilo de hachís y los 10 gramos de cocaína que la Guardia Civil les incautó eran para su propio consumo. El fiscal de la causa solicitaba cinco años de prisión menor y 10 millones de pesetas de multa.

La sentencia, que ayer publicó El Correo de Andalucía, avivó de nuevo en medios judiciales y ciudadanos de la capital andaluza la polémica sobre la relatividad de los criterios judiciales aplicados en este tipo de delito.Según el magistrado José Manuel Paúl de Velasco, ponente del tribunal que absolvió a los dos italianos, la argumentación jurídica del fallo se basa en las circunstancias concretas que se dieron en el caso.

En la sentencia se explica que los dos procesados eran "empedernidos consumidores" de hachís "desde su adolescencia" y que el nivel económico de los sujetos permite. explicar la compra de tan desmesurada cantidad y no pensar necesariamente que se realizó dicha adquisición como inversión para su venta.

Asimismo, se esgrime en el fallo, que a los acusados, detenidos cuando viajaban hacia Sevilla desde Cádiz, donde compraron el hachís, no les fueron intervenidos útiles para la manipulación de la droga, y tampoco que el hachís estuviese escondido en el vehículo con "especiales medidas de ocultación".

"Ingenuos y nerviosos"

La sentencia recoge también el testimonio de uno de los procesados que argumentó que su intención fue la de comprar menor cantidad de droga, pero que ante el descuento que le hizo el traficante si compraban una cantidad superior, además de regalarles la cocaína, decidieron aprovechar la oferta.La sentencia añade también que la conducta de los procesados en el momento de su detención "sólo es explicable por, ingenuidad", ya que fue su propio nerviosismo el que dio pie a que los agentes registraran el coche y hallaran la droga, cuando fueron interceptados por un simple fallo detectado en las luces del vehículo.